La ministra de Trabajo se compromete a buscar el acuerdo para la derogación de la reforma laboral en el marco del diálogo social, pero advierte de que no puede existir un derecho a veto para ninguna de las partes.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, intentará el acuerdo con los agentes sociales sobre la derogación de la reforma laboral de 2012 hasta el final, pero si no se produce, asumirá su obligación de legislar para garantizar que ninguna de las partes tiene derecho a veto,
En un encuentro virtual organizado por el diario Público, explicó la ministra que el diálogo social “es un proceso, no un resultado”, cuyo final puede ser que no reúna el acuerdo de todas las partes, como ya ocurrió, según recordó con las leyes de Transparencia de igualdad retributiva, en cuya redacción participó la patronal pero no se sumó al acuerdo final y el Gobierno las aprobó igualmente.
Aún así, Díaz ha tendido la mano y ha insistido en la importancia del diálogo social para la derogación de la reforma laboral y ha puesto en valor las negociaciones que se han producido en esta legislatura con los sindicatos y la patronal respecto a medidas como los ERTE.
Díaz propugna por un diálogo social sin vetos
Yolanda Díaz ha querido recordar que algunas medidas se han sacado adelante a través de acuerdos «bipartitos», sin el concurso de la patronal, y que puede volver a hacerse si esta prefiere vetar a hablar. «Lo que tiene que garantizar el Gobierno es que exista diálogo social, pero sin derecho de veto, porque el veto no es diálogo», ha insistido.
La ministra expuso un claro ejemplo de la negociación acerca de las plataformas digitales, que incluye la regulación de los denominados riders: «Si una de las partes no está de acuerdo, se va a legislar».
Díaz aseguró que la maquinaria para retomar la reforma laboral ya está en marcha y ya se ha reunido con los portavoces parlamentarios para exponerles las propuestas del Gobierno. Desveló también que patronal y sindicatos han convenido tener un encuentro bilateral, al margen del Gobierno, para abordar “el ritmo y el abordaje de los temas” y Díaz añadió que Trabajo “será respetuoso con lo que allí acuerden”.
La ministra de Unidas Podemos recordó que las negociaciones de la reforma laboral tendrán tres fases: la primera para corregir las medidas tomadas en 2012; una segunda parte para atajar excesiva temporalidad; y una tercera para redactar un nuevo estatuto de los trabajadores que será “la gran obra” de su Ministerio.
Tres motivos para derogar la reforma laboral
En el encuentro virtual también participaron los líderes sindicales y el secretario de Empleo de la ejecutiva socialista, Toni Ferrer, quien argumentó que el Gobierno legislará para reformar las cuestiones más perjudiciales de la reforma de 2012 por tres motivos:
- El primero: porque así está pactado en el acuerdo de gobierno, entre el PSOE y Unidas Podemos.
- El segundo: porque existe mayoría parlamentaria para sacarlo adelante
- Tercero: porque así se ha comprometido el Ejecutivo con Bruselas en el marco de la petición de los fondos de recuperación.
Los líderes de CCOO y UGT también se posicionaron, como otras veces, sobre la necesidad de esta reforma, anunciando la necesidad de rediseñar los ERTE para que sean la herramienta de flexibilidad alternativa a la temporalidad y restringir el despido para que este sea el último recurso.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
El Estado criminaliza al estudiantado que planta cara a la extrema derecha
Una protesta pacífica en la Universidad Complutense termina con siete estudiantes imputadas por delitos de odio.
La Audiencia de Barcelona resucita la inquisición: procesar por satirizar un belén
Hazte Oír y la judicatura se dan la mano para criminalizar el humor y disciplinar la libertad de expresión
De Erdogan a Netanyahu: la hipocresía occidental ya no se disimula.
Mientras Netanyahu masacra Gaza y Erdogan aplasta la oposición, la UE y EEUU aplauden o miran hacia otro lado
Vídeo | DE RESIGNIFICAR NADA 🧼 PSOEizando, que es gerundio. Marina Lobo y Esther López Barceló
La “resignificación” del Valle de los Caídos que vende Moncloa es un eufemismo para disfrazar la continuidad del relato franquista.