Miedo líquido, fascismo sólido
La inseguridad permanente alimenta el hambre de orden. El fascismo se presenta como el atajo.
Yaqeen no tenía un tanque
Tenía once años, una sudadera, una sonrisa y un horno de barro con el que enseñó al mundo a resistir con pan.
¿Qué mierda te pasa en la cabeza, Alemania?
La UE despierta tarde ante la masacre en Gaza y Alemania decide seguir dormida
¿Quién puede votar en contra de parar un genocidio?
PP y Vox votaron lo que votaron.
Y lo volverían a votar.
Porque no están ahí para proteger vidas.
Están ahí para proteger privilegios.
El infierno es un Excel mal leído
Feijóo dice que ahora ve mejor desde el “centro del campo”. Lo que no sabe es que no está jugando un partido. Está haciendo teatro.
Opinión | Cuando llamas «genocida» a un Estado genocida y se ofende
Nombrar el genocidio en Gaza es lo que escandaliza. No los 35.000 muertos. No las bombas. No el hambre. La palabra.
Sus majestades en Mauthausen
Del olvido al paripé: el Rey homenajea a los deportados republicanos mientras los medios reescriben la historia, blanquean a la monarquía y silencian al franquismo que los condenó.
Opinión | Mujica y el antídoto contra el fascismo global
La dignidad de un exguerrillero, el oxígeno que necesitamos
La libertad secuestrada: cómo el neoliberalismo convirtió la elección en una trampa
El mercado ha transformado la libertad de elegir en una ilusión que nos aísla y deshumaniza
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Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.