En una acción sin precedentes en la Puerta del Sol de Madrid, el colectivo Madrid Animal Save llevó a cabo el pasado domingo una performance que no dejó indiferente a nadie. La iniciativa tenía un claro objetivo: visibilizar la situación de los animales acuáticos y cuestionar las prácticas de la pesca y la acuicultura.
Los activistas, equipados con máscaras que emulaban a peces y envueltos en redes, se situaron estratégicamente en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Sosteniendo carteles con frases impactantes como “Los barcos de pesca: mataderos flotantes” y “Sufro terriblemente en las redes de pesca”, buscaron provocar una reflexión en los transeúntes sobre el sufrimiento de estos seres vivos y las consecuencias de ciertas prácticas pesqueras.
Esta performance formó parte de las acciones globales en conmemoración de la Jornada Mundial por el Fin de la Pesca. Antonio García Edwards, uno de los organizadores, compartió datos alarmantes sobre la industria, señalando que más de tres mil millones de animales acuáticos son asesinados anualmente, muchos de los cuales agonizan por horas en los barcos antes de morir o son eviscerados vivos.
David Leau Chong, biólogo y activista, profundizó en el tema, explicando el grave sufrimiento que estos animales enfrentan, ya sea por desangrado y destripamiento en total conciencia o por la muerte a causa de la descompresión al ser extraídos de aguas profundas. Además, destacó las condiciones deplorables en que viven los animales en muchas granjas acuícolas, rodeados de parásitos y enfermedades.
Juanje Sanz, también organizador, hizo hincapié en la capacidad de sufrimiento y conciencia de los animales acuáticos. «Dado que son conscientes de lo que les ocurre, debemos considerar su interés por no sufrir», afirmó. Resaltó el consenso científico sobre la innecesidad de consumir estos animales y, por ende, de criarlos o matarlos.
Desde 2017, las organizaciones animalistas de todo el mundo han incrementado sus esfuerzos para exigir el fin de las granjas acuícolas y de la pesca, denunciando estas prácticas como crueles e innecesarias. Este año, más de 160 organizaciones respaldaron la Jornada Mundial por el Fin de la Pesca, organizando acciones tanto en las calles como en línea para sensibilizar al público sobre el sufrimiento infligido a los animales acuáticos.
Este evento en Madrid es un claro ejemplo de cómo el activismo puede jugar un papel crucial en la educación y sensibilización del público general, invitando a la sociedad a reflexionar sobre sus elecciones cotidianas y el impacto que estas tienen en el mundo viviente que nos rodea.
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