El pleno del Parlamento Europeo ha nombrado al neerlandés Wopke Hoekstra como nuevo comisario europeo de Acción Climática. Wopke trabajó durante años para la petrolera Shell, la primera compañía europea en ser condenada por su contribución al calentamiento global. También destaca en su currículum el haber concedido 3.400 millones de euros de ayudas públicas en Países Bajos a la compañía aérea KLM (contraviniendo los objetivos climáticos de la UE), haber trabajado para una consultora que asesora a algunas de las empresas más perjudiciales para el medio ambiente del mundo o estar implicado en la compra de acciones en un paraíso fiscal de las Islas Vírgenes. A favor de esta designación ecocida votaron el Partido Popular Europeo y los Liberales, pero también Socialistas y Verdes.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, fue contundente en la última cumbre del organismo que dirige sobre la situación que nuestra civilización enfrenta respecto al cambio climático: “hemos abierto las puertas del infierno”, aseguró. Los datos de temperaturas globales del mes de septiembre así lo confirman, siendo 1,75°C más cálido que el promedio de septiembre para el período de referencia preindustrial, superando ya los 1,5ºC que el Acuerdo de París situaba como límite de seguridad. El siguiente gráfico es buena muestra de la crítica situación a la que nos enfrentamos:
Los datos están ahí, y las consecuencias para nuestra sociedad también. Decenas de miles de muertos en inundaciones o por calor, encarecimiento de precios, hambrunas, pérdida de biodiversidad o un acelerado descenso en la calidad de vida son solo algunos de los efectos del cambio climático que ya estamos sufriendo, y que tristemente se acelerarán al mismo ritmo que aumentan las temperaturas. Y, ¿qué están haciendo las instituciones públicas al respecto? Entre poco y nada. El último ejemplo de la ceguera climática de la clase dirigente lo tenemos en la confirmación por parte de la Eurocámara del neerlandés Wopke Hoekstra y del actual responsable de Relaciones interinstitucionales y prospectiva, el eslovaco Maros Sefcovic, como nuevos comisarios europeos de Acción Climática y Pacto Verde, respectivamente.
“Es una muy mala noticia para Europa, para su transparencia y para las decisiones democráticas. Desde luego, un comisario que tiene un marcado carácter contra los países del sur y por su dudosa trayectoria con los lobbies financieros, inmobiliarios y petrolíferos. Tiene una reputación muy dudosa en su pasado político y profesional”
Ana Miranda, eurodiputada del BNG.
El CV del zorro climático
Wopke Hoekstra se hizo famoso por ser exministro de Exteriores y de Finanzas de Países Bajos. Desde su cargo concedió 3.400 millones de euros de ayudas públicas a la compañía aérea KLM, lo que supone ir en contra de los objetivos climáticos para el sector transporte marcados por la UE.
Sensible al lobby agrícola, Hoekstra también fue criticado por su tenaz oposición a los planes de su propio gobierno de reducir la población ganadera holandesa, una medida que buscaba reducir las emisiones de metano y de óxidos de nitrógeno del país. En 2020, cuando era Ministro de Finanzas, Hoekstra sorprendió al sugerir investigar la falta de espacio presupuestario en ciertos países europeos para hacer frente a la pandemia de Covid-19. Suscitó especialmente la ira del primer ministro portugués, el socialista Antonio Costa, que calificó su posición de «repugnante» y acusó al holandés de «mezquindad recurrente».
También trabajó durante años en el departamento comercial de la petrolera Shell, la primera compañía europea en ser condenada por su contribución al calentamiento global. Pero eso no es todo: durante once años trabajó para McKinsey & Company, una consultora que ha asesorado al menos a 43 de las 100 empresas más contaminantes del mundo, entre las que destacan tabacaleras, farmacéuticas o petroleras y gasísticas. Todos estos datos aparecen en su currículum público:
Otro de los puntos destacados en el CV del nuevo comisario de Acción Climática es haber estado implicado en la investigación periodística “Papeles de Pandora“. Hoekstra invirtió una gran suma de dinero en acciones de una empresa de safaris en África Oriental a través de una empresa que operaba en las Islas Vírgenes, vendiendo dichas acciones una semana antes de acceder a su cargo como ministro de Finanzas. Su excusa fue decir que desconocía que la empresa fuese un paraíso fiscal que operaba en las Islas Vírgenes.
Una amplia mayoría del Parlamento Europeo votó esta misma semana a favor de esta designación, oponiéndose únicamente La Izquierda. Resulta incomprensible el posicionamiento a favor de Los Verdes, clave finalmente para el resultado final, aunque con discrepancias entre sus eurodiputados.
“Queremos mostrar nuestra sorpresa y decepción por el acuerdo que ha habido entre Socialistas, Verdes, Liberales y Partido Popular (…). Creemos que ya ha pasado el tiempo de no tomarse en serio las acciones contra el cambio climático. No podemos seguir haciendo un greenwashing mientras nos quedamos sin un planeta en el que vivir”
Idoia Villanueva, eurodiputada navarra de La Izquierda.
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