La decisión de la Universidad Complutense de Madrid de otorgar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una distinción como alumna ilustre ha causado un gran revuelo en la institución educativa.
Muchos alumnos y profesores se han opuesto a esta decisión, argumentando que no se han seguido los protocolos habituales y que se ha producido «a dedo».
Además, esta controversia ha puesto en entredicho el trabajo del rector de la universidad, Joaquín Goyache, quien aspira a la reelección el próximo mes de mayo.

Desde el ámbito universitario se destaca que por lo general Goyache había logrado mantener un equilibrio entre los distintos sectores de la Universidad, con un equipo de dirección de docentes de ideologías opuestas, incluso contando con acérrimos a Unidas Podemos o el PSOE y otros del ala dura del PP, pero la polémica Ayuso ha hecho que su gestión sea cuestionada.
«No ha sido mal rector. Ha tenido una buena gestión, por ejemplo con la pandemia durante la selectividad. Los primeros años han sido excelentes y ha hecho una buena política de promoción del profesorado. Digamos que la fase negra de Goyache ha llegado en los últimos meses con la polémica del Colegio Mayor Elías Ahuja y ahora con lo de Ayuso. Casos difíciles que no ha gestionado bien», explica Eva Aladro, catedrática de Teoría de la Información en la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM a Público.
Sin embargo, cabe destacar que el mismo Goyache se ha posicionado reticente a la designación de Ayuso, una posición que contradice lo finalmente a lo ocurrido y que según Jorge Otero Maldonado se ha debido a que el sector directivo del PP se ha dispuesto a jugar duro en un momento en el que ya se alzan las armas de cara a las próximas campañas electorales, nacionales, municipales y en la Universidad.
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