El cementerio de San Fernando en Sevilla alberga una oscura historia de represión durante el régimen de Franco.
Miles de víctimas del franquismo yacen en fosas comunes sin reconocimiento y sin un orden definido. Aunque se han registrado cientos de nombres en el registro municipal, la verdadera cantidad de personas enterradas en estas fosas es desconocida.
Estas víctimas incluyen a aquellos fusilados en el cementerio y en tapias cercanas, a aquellos que murieron en cárceles y campos de concentración, y a aquellos que murieron durante enfrentamientos con las tropas sublevadas. También incluyen a aquellos que murieron por hambre y pobreza y fueron enterrados gratuitamente junto a los represaliados.

A pesar de que el rompecabezas de estas fosas comunes aún no está completo, algunas piezas empiezan a encajar. Según cálculos del Ayuntamiento de Sevilla, la búsqueda de víctimas en estas fosas comunes del franquismo se ha ampliado a más de 4.000 posibles víctimas.
En la primera fosa común excavada, Pico Reja, se han encontrado restos de más de 1.700 represaliados, el doble de lo previsto. Esto convierte a Pico Reja en «la mayor fosa común abierta en Europa occidental desde Srebrenica», según el Ayuntamiento.
En la segunda fosa común, llamada Monumento y aún pendiente de apertura, se podrían encontrar más de 2.600 restos. La brutalidad revelada en estas fosas comunes parece no tener fin.
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