Tras la aprobación del nuevo Estatuto del Becario estos tendrán los mismos derechos que el resto de los trabajadores.
Después de sucesivos meses de negociación entre la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT), y el Ministerio de Trabajo, se ha llegado a un acuerdo para aprobar el Estatuto de los Becarios.
De este modo, se pretende coartar contra la precariedad juvenil, poniendo fin al uso fraudulento y abusivo de las becas formativas. Yolanda Díaz metido mano en concreto al RD 592/2014, con el que se regulan las prácticas académicas externas.

Hasta ahora lo que ocurría es que en España existía un abuso del modelo de las becas gratuitas, que dificultaban una transición hacia el mercado laboral, debido a la precariedad de dicho periodo.
De hecho se calcula que puede haber en torno a 1,4 millones de personas en España en prácticas sin ningún tipo de relación contractual.
Esta cifra resulta abrumadora cuando significa 1 por cada 15 personas en plantilla si se toman los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
“Frente a estas irregularidades, el Estatuto del Becario mejora la delimitación del campo de acción de la figura del becario y ofrece una serie de garantías para proteger sus derechos básicos. Así, entre los principales puntos a destacar, está el ámbito de aplicación de la norma que garantiza que las prácticas no laborales deban estar vinculadas necesariamente a un plan de estudios”, indican desde Público.
Así se bosqueja de forma clara lo que resultan las prácticas laborales, para que estos becarios no se vean con una carga de trabajo que no se corresponde con su posición.
«Las extracurriculares adoptarán la modalidad de contrato formativo que es el que debería operar en este caso. Es una tipología que hemos reforzado en la Reforma Laboral. Veíamos que muchas de las extracurriculares que se ofrecían eran en realidad un contrato formativo por la responsabilidad y las tareas desarrolladas, pero como existía una opción con menos derechos y costes, se utilizaba», indican desde los sindicatos.
Además se pone cota al número de becarios, que de ningún modo podrá superar el 20% de la plantilla y, también, estos verán reflejados sus derechos, que serán como los de un trabajador, incluyendo festividades, descansos, vacaciones y el derecho a cobrar una prestación por desempleo.
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