La leyenda del diseño y reparación de bicicletas, Domingo Perucha, siempre ha reclamado que los edificios que el IVIMA construyó allí estaban sobre terrenos de su familia
Domingo Perucha (1935) es una leyenda viva. Perucha corrió con Coppi, Anquetil o Bahamontes. Un día, allá por los sesenta, le robaron la bici en Suiza y tuvo que fabricarse otra. Ahí decidió formarse como artesano matricero y mecánico de bicicletas. Se trasladó a Madrid en lo que fue su casa familiar, en la Av. de Asturias 50, donde montó su taller, el Club Ciclista Perucha y su empresa de construcción de bicicletas.
La familia Perucha nunca pudo legalizar el terreno «porque un cacique local con buenos contactos en la administración franquista falsificó las escrituras para quedarse con los terrenos. Ellos siguieron viviendo allí convencidos de que algún día se haría justicia», tal y como cuenta Hibai Arbide Aza en este artículo.
Por sus manos pasaron las bicicletas de primeras figuras como Marino Lejarreta o Anselmo Fuentes. Domingo fue seleccionador y entrenador del equipo paralímpico de la ONCE y los tándems que diseñó (en la disciplina se corre con este tipo de bicis) ganaron tres oros en Barcelona, Atlanta y Sidney, cinco campeonatos del Mundo, el campeonato de Europa y tres campeonatos de España.

El desalojo de Perucha
El Instituto de la Vivienda de Madrid reconoció a la familia Perucha como residente no propietaria; le dio la posibilidad de vivir en un piso de alquiler en el edificio contiguo, pero nada más. El 12 de febrero de 2003, Perucha fue desalojado de su taller. La policía vació su tienda y un grupo de operarios levantó una tapia delante de la puerta. El local nunca fue vendido, así que Perucha lo okupó y volvió a abrir su taller.
Desde entonces el taller del Perucha se convirtió en un secreto a voces entre los aficionados a la bicicleta, que pasaban en él horas aprendiendo del maestro y escuchando sus anécdotas. Un libro y el citado documental sobre su figura sirvieron para recaudar dinero para abogados y distintos recursos consiguieron retrasar la sombra de un nuevo desalojo.
Ahora, tras 20 años de reivindicación de sus propiedades familiares y fomento del ciclismo, Perucha recibió la notificación de desalojo voluntario de su taller el 4 de marzo de 2020. Como el taller ha seguido arreglando bicicletas, se ha iniciado el trámite de la ejecución forzosa que puede ser inminente, es decir, en cualquier momento el Perucha puede ser desalojado de nuevo.
Riders x derechos Madrid se ha hecho eco del tema y se están coordinando para:
– Intentar impedir el desalojo
– Difundir la situación actual
– Proponer ideas de apoyo y ponerlas en práctica
Para ello quieren crear una red solidaria que se coordinará desde el correo: [email protected]
Related posts
SÍGUENOS
Cómo la condena al fiscal general intenta blindar al novio de Ayuso
El Supremo abre una grieta judicial que la derecha mediática ya explota como si fuera un salvoconducto. UNA CONDENA QUE NO RESUELVE LAS CAUSAS Y QUE AYUSO DESPLIEGA COMO ARMA POLÍTICA La escena ocurrió hace apenas dos semanas. En la Sala de lo Penal del…
¿Hasta dónde llegan los tentáculos de la derecha?
La sentencia del Supremo no solo absuelve un relato, lo instala en el centro del poder.
Qué significa realmente la sentencia del Tribunal Supremo
Una resolución que consolida un giro histórico: la derecha judicial logra sentar en el banquillo al Estado que debía controlar los abusos de poder
Vídeo | ¿MAZÓN A LA CÁRCEL? Marina Lobo analiza las razones para enchironar al president de la DANA
Carlos Mazón lleva un año intentando convencernos de que en la mayor tragedia climática de su comunidad no vio nada, no oyó nada, no dijo nada y, básicamente, no existió… salvo para elegir postre. Y ahora, después de una comparecencia que fue más un casting…
Vídeo | EL JUMPSCARE DE NDONGO 👻Cuando reniegas de lo que eres para gustar al opresor
Hoy hablamos del jumpscare de Ndongo: ese momento en el que alguien se convence de que estar del lado del poder le hará parte de él. Lo mismo que Ramsey, lo mismo que tantas mujeres antifeministas y migrantes racistas: la fantasía de que, si atacas…
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir