27 Abr 2024
Feminismo, INTERNACIONAL

Portugal se pinta los labios de rojo contra los comentarios machistas del líder de la ultraderecha 

Políticos, intelectuales y ciudadanos de Portugal impulsan la etiqueta #VermelhoemBelem para apoyar a Marisa Matías, la eurodiputada del Bloco de Esquerda a la que André Ventura, candidato del partido de ultraderecha Chega! criticó por llevar los labios pintados de rojo y «parecer una muñeca»

En un acto de campaña André Ventura, candidato presidencial de la República de Portugal por el partido de ultraderecha Chega!, ha atacado en un acto de campaña a su contrincante Marisa Matías, eurodiputada del Bloco de Esquerda, por pintarse los labios.

En lo referente Ventura se dirigió a la Eurodiputada lusa comparándola con una muñeca.

A partir de este suceso distintos personajes públicos, políticos, artistas y miembros de los medios han subido fotos a las redes sociales con los labios pintados de rojo con el hastag #VermelhoemBelem, «rojo en Belem» (actual residencia del Presidente de la República Portuguesa).

Esta es una polémica más que suma la ultraderecha de Portugal, quienes recientemente tildaron al Secretario General del Partido Comunista, Jerónimo da Sousa, como «abuelo borracho».

Pilar del Río, periodista española afincada en Lisboa, afirma que «es muy interesante que un insulto se haya convertido en una reivindicación de democracia frente a un candidato que claramente no es demócrata», y ha subido también ella un tuit apoyando la iniciativa, pintándose los labios «en señal de libertad» y «frente a la extrema derecha», según ha reflejado ElDiario.es.

¿Quién es André Ventura, el xenófobo líder de la extrema derecha portuguesa?

André Ventura es un abogado de 37 años que se dio a conocer como comentarista deportivo del Benfica, que desde octubre es parlamentario por el partido de ultraderecha Chega.

Chega traducido al castellano significa «Basta» y esa es la principal proclama desde una postura que en Portugal entienden como autárquica y que tiene la mirada puesta en abordar las elecciones legislativas ante unos cálculos de desplome económico (ha caído un 16’5 en el segundo trimestre de este año).

Portugal
André Ventura

Esta tentativa espera que exista y se provoque una crisis política y por lo tanto un adelanto electoral. En esta disyuntiva explica El País que el partido «suma alrededor de un 7% de la intención de voto tanto para las presidenciales como para unas eventuales parlamentarias. El plan del partido es alcanzar al menos el 10% de los votos para ser un actor a tener en cuenta en la próxima legislatura y ser tomado en consideración para formar un eventual Gobierno junto al PSD, la formación mayoritaria en la derecha».

Por su parte el PSD, de la mano de su líder Rui Rio, se postula afín y cercano a las posiciones extremas de André Ventura.  Sin embargo, “la estrategia de dejar entrar a la derecha radical en los Gobiernos, como en el caso de Vox en la Comunidad de Madrid, a la espera de que así moderen sus posiciones es muy arriesgada”, señala André Freire, profesor de Ciencia Política del Instituto Universitario de Lisboa.

“Lo que hemos visto es que en un panorama más general conduce a lo contrario, a que la derecha tradicional se radicalice. El PSD está mucho más al centro que el PP, pero la opción de que aumente la polarización en el sistema político está abierta”, agrega.

Por otra parte en el panorama portugués, con el ocaso pandemico sobrevolando todo contexto, ha aumentado las tensiones del gobierno con los comunistas y el Bloco de Esquerda.

La controversia respecto a su figura se debe a sus declaraciones racistas, como por ejemplo contra la etnia gitana: «Voy a ser muy directo, en Loures, donde existe una mayor multiculturalidad que en el resto de Portugal tenemos dos tipos de problemas: por un lado es que hay grupos que viven casi exclusivamente de las rentas del Estado, mientras que además viven por encima de las reglas de este mismo Estado de Derecho».

Apoyo empresarial

Durante estos meses de pandemia, según los medios locales, ha sido recurrente ver a Ventura en cenas junto a destacados empresarios interesados en escuchar de primera mano los proyectos del diputado ultra.

No obstante no es un hecho aislado de las pujantes ultraderechistas a nivel internacional, puesto que sigue el patrón de Abascal, Bolsonaro o Orbán.

Por el momento, a pesar del gancho mediático de Ventura, se desconocen sus posiciones explícitas más allá de su discurso anticorrupción, los ataques a las minorías y las propuestas extremas como la castración química de pedófilos.

En este sentido, El País alude a que «la estrategia comunicativa de Chega recuerda la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ventura se despacha en exabruptos que después matiza, desestima o directamente contradice.

El racismo de André Ventura

La controversia respecto a la figura de André Ventura se debe a sus declaraciones racistas, como por ejemplo contra la etnia gitana: «Voy a ser muy directo, en Loures, donde existe una mayor multiculturalidad que en el resto de Portugal tenemos dos tipos de problemas: por un lado es que hay grupos que viven casi exclusivamente de las rentas del Estado, mientras que además viven por encima de las reglas de este mismo Estado de Derecho».

Ante ello, André Ventura, predispone la videovigilancia como medida para contener las pesadumbrosas condiciones de los barrios sociales. «La videovigilancia no va a resolver todo, pero va a ayudar. Esto que voy a decir puede no ser muy popular pero tenemos una excesiva tolerancia con algunos grupos de minorías étnicas», afirmaba.

«No entiendo que haya personas a la espera de la rehabilitación de sus casas, mientras familias, por ser de etnia gitana, tienen siempre la casa arreglada. Y no hace falta hablar de las ocupaciones ilegales… Quien tiene que trabajar todos los días para pagar las cuentas al final de mes considera esto con una enorme perplejidad», explicó Ventura, ya que considera que «la verdadera discriminación es permitir que algunos no cumplan la ley en detrimento de aquellos que si cumplen las reglas del Estado de Derecho», continuó.

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