En un mundo donde la transparencia y la ética deberían ser la norma, nos encontramos con sorpresas que, aunque no deberían, aún nos dejan boquiabiertos. El reciente informe sobre las “donaciones” de los diputados y diputadas a la Iglesia católica y sus entidades afiliadas es un claro ejemplo de ello. ¿Estamos ante un acto de fe genuina o simplemente un intento de lavar conciencias?
Según un análisis realizado por el medio Público, al menos 37 diputados y diputadas realizan donaciones a la Iglesia católica o a entidades vinculadas a esta, como cofradías, hermandades, parroquias o Cáritas. Esto representa un sorprendente 10,57% de los 350 parlamentarios de la Cámara Baja. Y aquí nos preguntamos: ¿es esta una muestra de devoción religiosa o simplemente una forma de comprar indulgencias en el siglo XXI?
Entre las y los diputados que realizan estas “donaciones”, encontramos casos que van desde el pago de cuotas como miembros de hermandades hasta “donativos periódicos” a congregaciones religiosas. Pero lo que realmente llama la atención es que la mayoría de estas donaciones provienen de miembros del Partido Popular, seguido por el PSOE y Vox.
Es irónico que mientras muchas de estas mismas personas defienden la separación de la Iglesia y el Estado en discursos públicos, sus acciones privadas cuenten una historia diferente. Y aunque no hay nada intrínsecamente malo en donar a organizaciones religiosas, es esencial preguntarse sobre las motivaciones detrás de estas donaciones. ¿Son genuinas muestras de fe o simplemente una forma de ganar puntos con ciertos sectores de la sociedad?
En un país donde la religión y la política han estado históricamente entrelazadas, estas “donaciones” de las y los diputados a la Iglesia católica plantean serias preguntas sobre la ética, la transparencia y la verdadera separación de la Iglesia y el Estado. Si bien la fe es un asunto personal, cuando se trata de figuras públicas, es esencial que seamos críticos y cuestionemos las verdaderas intenciones detrás de estas acciones. Porque la fe no debería ser una herramienta política, y las “donaciones” no deberían ser una forma de comprar la redención.
Un sacerdote británico imita el saludo nazi de Musk en un acto ultraconservador y es expulsado de su iglesia
No sorprende: las nuevas figuras de la ultraderecha juegan con la ambigüedad de sus gestos para movilizar a su base sin asumir las consecuencias.
Robert F. Kenedy: de antivacunas fanático a oportunista político
Si el Senado confirma a Kennedy, estará entregando el Departamento de Salud a un mercenario de la desinformación.
The Guardian se hace eco de lo que España se niega a ver: el colapso del marisco en Galiza
El mar es el basurero de una economía que antepone los beneficios empresariales a la sostenibilidad y a la vida de las personas.
Vídeo | Conoce a tu enemigo
Si aún crees que Musk solo quiere “salvar la humanidad”, revisa sus amigos: neonazis, propagadores de odio y gobiernos autoritarios.