El costo de los medicamentos ha escalado a un ritmo alarmante, superando en un 40% a una inflación ya de por sí vertiginosa
En un país donde elegir entre alimentarse o acceder a tratamientos médicos se ha convertido en la norma, la situación de la salud en Argentina refleja un drama que va más allá de las estadísticas. Con la llegada al poder del presidente ultra Javier Milei, marcado por una ideología ultraliberal, el costo de los medicamentos ha escalado a un ritmo alarmante, superando en un 40% a una inflación ya de por sí vertiginosa. Esta situación pone de manifiesto un escenario en el que «la gente elige comer« antes que comprar los medicamentos necesarios para su bienestar, según palabras de Marcela López, farmacéutica en Buenos Aires.
LA SALUD COMO MONEDA DE CAMBIO: ENTRE EL DESAMPARO Y LA DESIDIA
El gobierno actual parece haber dado la espalda a los acuerdos previos que moderaban los precios de los medicamentos, dejando en evidencia una falta de compromiso con la salud de la población. La caída en la adquisición de medicamentos, que alcanzó los 10 millones en enero, no es más que la punta del iceberg de una crisis que afecta especialmente a los más vulnerables: jubilados y trabajadores informales, quienes ven cómo sus ya limitados ingresos no bastan para cubrir sus necesidades básicas de salud.
Los testimonios de aquellos afectados por esta situación son desgarradores. Viviana Bogado, madre de un joven de 16 años, se ve obligada a elegir entre su tratamiento y el de su hijo, una decisión que nadie debería tener que tomar. Por otro lado, jubilados como Graciela Fuentes luchan para poder costear sus tratamientos, gastando una parte significativa de sus pensiones en medicamentos. «No hay plata», se lamentan, eco de una realidad que golpea duro a quienes ya han dado todo por su país.
«PABLO NO TIENE TIEMPO»: EL ROSTRO HUMANO DE LA CRISIS
La historia de Pablo Riveros, un joven de 20 años que padece Hemoglobinuria Paroxística Nocturna, pone rostro a las consecuencias más crueles de esta crisis sanitaria. Dependiente de un tratamiento que asciende a 42.000 dólares mensuales, la situación de Pablo es una carrera contra el tiempo, exacerbada por una burocracia que parece indiferente al sufrimiento humano. La respuesta del gobierno, centrada en auditar los programas de asistencia en busca de corrupción, ignora la urgencia de quienes no pueden esperar.
Este escenario no solo exige una reflexión crítica, sino también un llamado urgente a la acción. La salud no puede ser un lujo reservado para quienes puedan permitírselo, ni un campo de batalla político donde se juegue con la vida de las personas. La responsabilidad del Estado es garantizar el acceso a medicamentos y tratamientos a toda su población, especialmente a los más vulnerables.
ELIGIR ENTRE COMER Y CURARSE
La Argentina de Milei se enfrenta a una encrucijada moral y social de magnitudes alarmantes. El derecho a la salud, fundamental en cualquier sociedad que se precie de ser justa y equitativa, está siendo vulnerado. Las historias de Marcela, Viviana, Graciela, Pablo y tantos otros no deben ser vistas como casos aislados, sino como el reflejo de un sistema que necesita ser replanteado con urgencia.
Es imperativo que la sociedad civil, los profesionales de la salud, y los actores políticos se unan en búsqueda de soluciones sostenibles que prioricen el bienestar sobre la economía. Solo así podremos esperar construir un país donde elegir entre comer y curarse no sea la norma, sino una triste reminiscencia del pasado.
Related posts
SÍGUENOS
Hezbolá ante el filo de la derrota: Israel impone el ritmo y Líbano paga la factura
Una tregua convertida en excusa para bombardear un país entero mientras la milicia chií se desangra en público.
Starmer convierte la migración en un arma política y la izquierda británica se desangra
Un Gobierno que se dice progresista usa la retórica del miedo mientras la extrema derecha marca la agenda
India se levanta contra los códigos que destruyen derechos
Un ataque estructural al trabajo, envuelto en propaganda
Vídeo | ¿MAZÓN A LA CÁRCEL? Marina Lobo analiza las razones para enchironar al president de la DANA
Carlos Mazón lleva un año intentando convencernos de que en la mayor tragedia climática de su comunidad no vio nada, no oyó nada, no dijo nada y, básicamente, no existió… salvo para elegir postre. Y ahora, después de una comparecencia que fue más un casting…
Vídeo | EL JUMPSCARE DE NDONGO 👻Cuando reniegas de lo que eres para gustar al opresor
Hoy hablamos del jumpscare de Ndongo: ese momento en el que alguien se convence de que estar del lado del poder le hará parte de él. Lo mismo que Ramsey, lo mismo que tantas mujeres antifeministas y migrantes racistas: la fantasía de que, si atacas…
Seguir
Seguir
Seguir
Subscribe
Seguir