10 Dic 2024
POLÍTICA ESTATAL, PRINCIPAL

Juan Carlos I, fotografiado en Abu Dabi sostenido por dos escoltas 

Se trata de la segunda imagen que hemos podido ver de Juan Carlos I, tras aquella del rey descendiendo por la escalerilla del avión a su llegada a los Emiratos Árabes Unidos

Tras varios meses sin una sola imagen en la que se tuviera constancia de la estancia del rey emérito Juan Carlos en su retiro a Abu Dabi, donde se encuentra desde agosto, el programa de Telecinco ‘Viva la vida‘ acaba de publicar una foto en exclusiva.

En la imagen, tomada hace tres días, Juan Carlos I aparece acompañado de dos escoltas para poder caminar. La fotografía ha visto la luz dos días antes del 83 cumpleaños del emérito que, según lo publicado por diversos medios, pasará en solitario, ya que la infanta Elena, que parecía que iba a acompañar a su padre en estas fechas, no viajará tal y como publicaban algunos medios. 

Juan Carlos I

Hace unas semanas, el rey emérito comunicó que no regresaría finalmente a España en Navidad por la pandemia del coronavirus y su condición de persona de alto riesgo.

Se trata de la segunda imagen que hemos podido ver del emérito, tras aquella del rey descendiendo por la escalerilla del avión a su llegada a los Emiratos Árabes Unidos, donde ha pasado todos estos meses. Esta foto, exclusiva de Nius, está fechada el 9 de agosto.

juan

Huída a Abu Dabi

Juan Carlos I viajó a Abu Dabi después de hacerse pública su decisión de trasladar su residencia fuera de España ante las continuas polémicas. La Casa Real ponía en agosto fin a la incertidumbre sobre el paradero del rey emérito en un escueto comunicado en el que señalaba que: «S.M. el Rey Don Juan Carlos ha indicado a la Casa de Su Majestad el Rey que comunique que el pasado día 3 de agosto se trasladó a Emiratos Árabes Unidos, donde permanece en la actualidad».

La huída de Juan Carlos I vino precedida de unas declaraciones del presidente Pedro Sánchez, calificando de “inquietantes y perturbadoras” las noticias sobre los fondos opacos de Juan Carlos I en el extranjero, y la insistencia de varios ministros instando a Felipe VI a distanciarse del rey emérito.

Sin embargo, parece que no fueron supuestas presiones del Gobierno las que persuadieron al jefe del Estado de la necesidad de tomar medidas sino encuestas, en poder de la Casa del Rey, que mostraban que el prestigio de la Monarquía estaba en caída libre y su descrédito era galopante, especialmente entre los españoles menores de 45 años.

La declaración tributaria

Los primeros días de noviembre fue la última noticia que tuvimos de Juan Carlos I tras presentar una declaración tributaria «sin requerimiento previo» y pagar 678.393,72 euros a Hacienda para regularizar su situación fiscal. Así lo informaba en un escueto comunicado remitido a EFE su abogado, Javier Sánchez-Junco, que añade que en cualquier caso Juan Carlos continúa, «como siempre ha estado», a disposición del Ministerio Fiscal «para cualquier trámite o actuación que considere oportunos».

Esta declaración no estaba relacionada con la polémica de sus bienes en el extranjero, sino con el presunto uso de tarjetas bancarias con fondos opacos del empresario mexicano, Allen Sanginés-Krause, investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo, y de las que se habrían beneficiado tanto el rey emérito como algunos de sus familiares. El uso de esas cuentas tuvo lugar entre los años 2016 y 2018, cuando Juan Carlos I ya había abdicado y había perdido la inviolabilidad.

Sin embargo, técnicos de Hacienda señalaron a RTVE que esta regularización exime al rey emérito de delito fiscal, pero no de otro posible delito aparejado al uso u origen de estos fondos y advierten de que si se destaparan más fondos que no han sido declarados al fisco esta regularización quedaría anulada.

Este asunto está siendo investigado por la Fiscalía junto a otras dos causas: las posibles comisiones procedentes del AVE a la Meca y que previsiblemente será archivada por no encontrarse indicios que se puedan perseguir respecto del exjefe del Estado, que es aforado ante el Tribunal Supremo y un presunto delito de blanqueo de capitales.

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