Díaz, vicepresidenta del Gobierno, recopila recetas de un comité de expertos para paliar el impacto económico.
Yolanda Díaz está estudiando la posibilidad de prohibir las bajadas de sueldos para evitar que los trabajadores pierdan poder adquisitivo mientras dure la crisis energética, según ha informado el medio La Información.
«La vicepresidenta está diseñando un paquete de medidas de ámbito laboral y tiene sobre la mesa varias opciones, además de limitar la modificación sustancial de las condiciones de trabajo de manera unilateral por parte de las empresas, tiene a su disposición un abanico de posibilidades que está valorando: desde aprobar ayudas directas para parados, pensionistas y trabajadores con sueldos bajos hasta imponer la prioridad de los mecanismos de flexibilidad interna frente a los despidos», reseñan.

Estas medidas, informan, fueron recopiladas el pasado miércoles en la Biblioteca Nacional, cuando Díaz se reunió con medio centenar de economistas.
Entre ellos se encontraban el economista jefe de BBVA, Jorge Sicilia; los especialistas en energía Natalia Fabra y Jorge Fabra; Carles Manera, consejero del Banco de España; Antonia Díaz, profesora de la Universidad Carlos III; el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres; el presidente del CES, Antón Costas; el director del gabinete económico de CCOO, Carlos Martín; Daniel Fuentes, exmiembro de la oficina económica de Moncloa y en la actualidad al frente de KREAB Research; Nuria Badens Pla, asesora en el Instituto de Estudios Fiscales; o Inmaculada Cebrián, presidenta de la comisión asesora del Ministerio de Trabajo sobre el salario mínimo.
De este modo, Díaz hace hincapié en el factor laboral de cara a preparar las próximas medidas a elevar a los órganos de Gobierno, que pretenden soliviantar la inflación y la actual pujanza gasística.
Los economistas trasladaron a Díaz que son necesarias medidas urgentes, también en el ámbito laboral.
«Se planteó la posibilidad de suspender -de manera temporal, mientras dure la crisis energética- o al menos limitar el alcance del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que permite a los empresarios modificar las condiciones laborales del trabajador de manera unilateral, entre ellas el salario. La limitación de este apartado de la legislación estuvo sobre la mesa de negociación de la reforma laboral, pero finalmente se quedó fuera de la ley estrella de Díaz por el rechazo de la patronal. Ahora sería un buen momento para recuperar esa demanda sindical e impedir rebajas de sueldos que mermen el poder adquisitivo de la clase trabajadora, según los expertos», destacan.
En el ámbito energético, hubo coincidencia también respecto a la necesidad de reformar un mercado deficiente, esencialmente desacoplando el gas de la factura de la luz.
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