19 Mar 2024
INTERNACIONAL

Científico alemán, que estudia el coronavirus, propone que proviene de Italia 

Según el científico alemá Alexander Kekulé, la pandemia de coronavirus no se originó en Wuhan, sino en el norte de Italia.

El bioquímico alemán Alexander Kekulé ha explicado que el actual coronavirus, que se ha extendido globalmente es «una variante que en realidad solo apareció en el norte de Italia».

Así lo ha declarado en el programa de entrevistas ‘Markus Lanz’ del canal ZDF. No es el virus de Wuhan», sino que «es el virus del norte de Italia», tal como lo escribió en su libro sobre el covid-19 publicado en noviembre.

Kekulé, asegura RT, «afirmó que hoy en día el 99,5 % de todos los casos del covid-19 se pueden rastrear genéticamente hasta el virus del norte de Italia, e incluso que los casos actuales en China son importados desde Europa y el resto del mundo».

¿Por qué el coronavirus se propaga ahora con tanta velocidad?

Esa es la pregunta que todos nos hacemos. Qué ha pasado para que, en solo unas semanas, nos encontremos en una situación igual o peor a la que teníamos durante el confinamiento de primavera. La velocidad de propagación nos sorprende y, aunque aún no tenemos todas las respuestas a la pregunta, en las últimas semanas se han hecho descubrimientos muy importantes que nos ayudan a entender qué está pasando.

Recientemente se ha publicado una nueva variante, ahora dominante en Europa. Científicos españoles y suizos han descubierto una nueva mutación (que se añade a la D614G), y que de nuevo resulta del cambio de un aminoácido: la Alanina 222 de la espícula se sustituye por una Valina (mutación 20A.EU1). Se detectó en 7 muestras españolas y 1 holandesa obtenidas el 20 de junio. El 18 de julio estaba en el Reino Unido, el 22 en Suiza y el 23 en Irlanda. En Nueva Zelanda estaba el 22 de septiembre.

Aunque la significación biológica de esta variante aún no es conocida, es posible que confiera a los virus una capacidad infectiva aún mayor al haberse propagado con tanta rapidez.

¿Cómo hemos llegado a esta situación por el coronavirus?

Para explicarlo, hay elementos relacionados con el virus y otros con el comportamiento social. La oleada actual puede deberse a una variante mucho más infectiva que la de la primavera, aunque no más letal, lo que explica parcialmente la tremenda velocidad de propagación.

En este sentido, es posible que lo que se ha vivido en España fuera un adelanto del calendario de la segunda ola que ahora sufre toda Europa, puesto que la nueva variante se habría originado en este país. A ello contribuyó, muy probablemente, una precipitada desescalada y una despreocupada conducta social durante el verano, por lo que no solo hay efectos atribuibles al virus.

Dos buenas noticias, para finalizar. Estas mutaciones, además de no resultar más patogénicas, probablemente no tendrán ningún efecto sobre las vacunas que se están desarrollando, y que están basadas en la secuencia original, ni tampoco en la capacidad de bloquear el virus por los anticuerpos monoclonales neutralizantes que están cerca de ser aprobados. Algo es algo.

Nuevas variantes más infectivas

Estos datos nos explican por qué el virus es más infeccioso que los anteriores, pero la progresión de la enfermedad parece ahora mucho más rápida que en primavera. ¿Qué ha pasado?

Pues que el virus ha cambiado, y esta vez en un solo aminoácido: el aminoácido 614 de la proteína de espícula, inicialmente un aspartato, es ahora una glicina. Es lo que se llama la mutación D614G. Comenzó a identificarse en Europa a finales de febrero, y en abril la mayoría de los virus que circulaban ya contenían esta variante que es ahora hegemónica en el continente. La lógica indicaba que este cambio mínimo, un aminoácido por otro, era suficiente para conferir mucha mayor infectividad puesto que la variante mutada había conseguido desplazar por completo a la original.

Había que demostrarlo en el laboratorio. Y, efectivamente, esta variante es mucho más eficiente infectando diferentes tipos de células. Lo más importante es que los modelos animales también lo avalan. Cuando se inocularon hámsteres con la nueva variante, se comprobó que esta era mucho más eficiente infectando células de nariz y de la tráquea, pero no del pulmón. Además, cuando a los animales se les administraba de manera simultánea ambas, la mutada rápidamente sobrecrecía a la original.

Estos experimentos nos indican que la nueva variante, ahora dominante, es mucho más infectiva. Afortunadamente, no es más virulenta, puesto que no se aprecian diferencias en cuanto a la capacidad de infectar células de pulmón. Ni tampoco se ha establecido, en pacientes, correlación alguna entre la nueva variante y la gravedad de la enfermedad.