El neonazi alemán que asesinó a un político por defender el asilo político a refugiados ha sido condenado a cadena perpetua.
Stephan Ernst, neonazi alemán, ha sido sentenciado a cadena perpetua después de que en 2019 asesinara al político Walter Lübcke.
El cuerpo del político cristianodemócrata Walter Lübcke apareció a principios de junio de 2019 en la terraza de su domicilio con un disparo en la cabeza. Los investigadores no tardaron en descartar la hipótesis del suicidio y vincular la muerte del dirigente -líder de una ciudad en la región de Hesse- con la motivación política.
La sentencia ha sido tramitada por el juez Thomas Sagebiel quien ha contemplado el crimen perpetrado por el neonazi como de “especial gravedad”, por ello, después del primer asesinato político desde 1970 en Alemania, la sentencia ha sido cadena perpetua, en vez de un mínimo de 15, que es lo habitual en el caso de asesinatos en el país germano.
El juez ha expresado su simpatía y condolencias para con la familia de Lübcke y ha reconocido que ha sido un proceso “difícil y doloroso”.
Lübcke, destaca la agencia alemana DW, “se convirtió en una figura de odio para la extrema derecha a partir de 2015, cuando en sus discursos empezó a defender la decisión de acoger refugiados de la guerra de Siria.
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