¿Es justo que los medios de comunicación traten la gestación subrogada como si fuera algo normal, cuando sigue siendo una práctica prohibida en muchos países?
La noticia ha estallado como una bomba en los medios de comunicación españoles: Ana Obregón ha comprado un hijo por vientre de alquiler a la edad de 68 años. La noticia la dio a conocer la revista ¡Hola! en su portada, que adelantó su lanzamiento a la noche del martes, para que todo el mundo pudiera conocer la primicia en primicia. ¡Qué emocionante!
Es cierto que la noticia de que una mujer de 68 años tenga un hijo por gestación subrogada es un tanto sorprendente. Pero lo que resulta aún más sorprendente es que esta sea la segunda vez que Ana Obregón recurre a esta técnica reproductiva, después de que su hijo Aless Lequio muriera de cáncer en mayo de 2020 a los 27 años. Es decir, que después de haber tenido una experiencia tan dolorosa, lo que Ana Obregón decide es volver a intentarlo, a pesar de su avanzada edad.
Es innegable que Ana Obregón ha pasado por unos años difíciles, con la pérdida de su hijo y de sus padres, lo que seguramente ha sido muy doloroso para ella. Pero ¿es realmente la gestación subrogada la mejor solución para sobrellevar estas situaciones? ¿Es acaso el hecho de tener un hijo a cualquier precio, incluso a costa de la salud y la vida de otra mujer, la manera de superar un duelo?
Lo que no deja de sorprenderme es la forma en que se ha presentado la noticia, como si fuera un triunfo, como si tener un hijo a través de la gestación subrogada fuera algo de lo que Ana Obregón debiera estar orgullosa. ¡Y eso que es la segunda vez que lo hace!
¿Acaso no deberíamos preguntarnos si este tipo de prácticas son éticas? ¿No deberíamos cuestionarnos el hecho de que una mujer de 68 años pueda tener un hijo gracias a la tecnología? ¿No deberíamos reflexionar sobre el hecho de que la gestación subrogada convierte a las mujeres en meros instrumentos de reproducción?
Y es que la gestación subrogada es un tema que sigue generando un gran debate ético y moral. Por un lado, están los que defienden que es una opción válida para aquellas parejas o individuos que no pueden tener hijos de otra forma, ya sea por problemas de infertilidad o de orientación sexual. Por otro lado, están los que denuncian que la gestación subrogada es una forma de explotación del cuerpo de las mujeres, que se ven obligadas a alquilar su útero para poder subsistir.
El hecho de que Ana Obregón sea una figura pública y que su caso haya sido difundido ampliamente en los medios de comunicación no hace sino alimentar el debate. ¿Es justo que una persona famosa pueda permitirse tener un hijo a través de la gestación subrogada cuando otras personas no tienen los medios económicos para hacerlo? ¿Es justo que los medios de comunicación traten la gestación subrogada como si fuera algo normal, cuando sigue siendo una práctica prohibida en muchos países?
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