Este 11M, se cumplen 18 años de uno de los peores atentados terroristas en España en el que los medios perpetraron una de las mentiras más dolorosas en nuestra historia política.
Hoy hace 18 años del fatídico 11M, el día que se llevó a cabo uno de los peores atentados terroristas en España y día en que dio pie a una gran mentira.
Todo comenzó con esta frase del entonces ministro del Interior Ángel Acebes, con las elecciones generales estaban a la vuelta de la esquina, y el marco en que ETA era culpable del atentado beneficiaba a la retórica del Partido Popular, que se encontraba gobernando con Aznar.

Sin embargo, pronto se supo que la autoría de los atentados fue del grupo terrorista islamista Al-Qaeda, como represalia por la participación de España en la guerra de Irak, como reconocieron ellos mismos.
La guerra de Irak fue sostenida por la falsedad de las armas de destrucción masiva, en la que el expresidente del gobierno Aznar quiso involucrarse bajo los designios de Bush.
Poco después en una entrevista con El Mundo, el entonces candidato del PP Mariano Rajoy, aseguró tener la convicción moral de que había sido ETA.
Zapatero acabó ganando las elecciones 3 días después de los atentados, con una opinión pública escandalizada por las mentiras del PP sobre los atentados.
Pero la historia no acabó ahí. El Partido Popular, apoyado en gran parte por elperiódico El Mundo, dirigido entonces por Pedro J. Ramírez, se lanzaron a una campaña sin tregua para tratar de justificar la mentira de que había sido ETA.
Decenas de portadas, declaraciones, informes y pruebas que supuestamente trazaban un vínculo con ETA y los atentados, porque, supuestamente, se encontró una tarjeta de El Grupo Mondragón en la furgoneta de los terroristas.
El Mundo volvió a llenar titulares, y el PP con Zaplana a la cabeza defendieron esta nueva “información”. Pero al final, se trató de uno de los primeros bulos, que acabó desmontado al conocerse que lo único que se encontró en la furgoneta fue una cinta cassette de la Orquesta Mondragón y la tarjeta de visita resultó ser de Gráficas Bilbaínas, una empresa de Madrid.
Pero El Mundo, y otros medios como la COPE, siguieron arremetiendo con la teoría de la conspiración. Ahora con el ácido bórico, y acusando a Interior de haber ocultado al juez los lazos entre ETA y el 11M al falsificar un informe.
De nuevo este bulo se desmontó al demostrar que la presencia de ácido bórico encontrada en la casa de uno de los terroristas, no constituía ninguna prueba relevante ya que se trata de una sustancia de uso doméstico que se utiliza como conservante, para fabricar cosméticos, pinturas y tintes, para la manufacturación de cementos o como insecticida.
Años más tarde, desmontada la mentira y sin ningún crédito el mismo Rajoy admitía en 2007 que en su partido nadie aseguraba que el 11M fuera cosa de ETA, tratando de desmarcarse del relato auspiciado por su propio partido.
Pero tras el ácido bórico y el grupo Mondragón, los bulos se siguieron sucediendo, y la teoría de la conspiración fue alimentada principalmente por El Mundo.
Desde los populares se siguió echando leña al fuego de la teoría conspirativa y el PP no se cansó de exigir al PSOE de Zapatero que investigara desde el gobierno para que la verdad saliera a la luz.
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