Yamal creció en un barrio que la ultraderecha insensiblemente tilda de “estercolero multicultural”
En el paisaje del fútbol, a menudo emergen figuras que van más allá del simple talento en el campo. Representan algo más grande, algo que resuena con las emociones y las creencias de una comunidad. Lamine Yamal, el prodigioso joven del FC Barcelona, es uno de esos símbolos, y junto con su padre, encarna una auténtica conciencia de clase y coherencia antifascista.
Un talento forjado en Rocafonda
Nacido y criado en el barrio de Rocafonda, una de las zonas más humildes de Cataluña, Lamine Yamal no ha olvidado sus raíces. En un lugar que la ultraderecha insensiblemente tilda de “estercolero multicultural”, Lamine ha encontrado fuerza y carácter. Sus celebraciones de gol con el código postal del barrio son un fuerte recordatorio de dónde viene y lo que representa.
Su actuación en el Trofeu Joan Gamper contra el Tottenham ha sido la última muestra del tremendo potencial que alberga. Con apenas 16 años, Yamal ya está demostrando ser un jugador desequilibrante, y con la confianza de Xavi, su futuro en el primer equipo del Barça parece prometedor.
Su habilidad como extremo derecho zurdo, su rápida ascensión a través de La Masia, y su impacto en las selecciones juveniles de España, muestran una promesa futbolística brillante.
Más allá del fútbol: resistencia
Pero lo que distingue a Yamal no es solo su talento en el campo. Es la firmeza con la que se aferra a sus raíces y la conciencia de clase que exhibe. En una época en la que muchos jóvenes deportistas pueden ser fácilmente alejados de sus orígenes, Yamal es un recordatorio de que el éxito no tiene que significar la alienación de la identidad.
Un padre valiente: coherencia antifascista
Mounir Nasraoui, el padre de Lamine, también es una figura destacada en esta narrativa. Su acción contra una carpa electoral de Vox no fue solo un acto impulsivo, sino una declaración audaz contra el fascismo y la intolerancia.
La multa y la indemnización que tuvo que pagar no disminuyen la importancia de su gesto. En una era en la que los valores democráticos y humanos son atacados por fuerzas extremistas, la acción de Nasraoui es un recordatorio de que la resistencia y la coherencia importan.
Las redes no dudan en elogiar la actitud de Yamal
Lamine Yamal del Barcelona ha crecido en el barrio de Rocafonda, uno de los más pobres de Catalunya y que la ultraderecha llama estercolero multicultural. Celebra sus goles con el código postal del barrio y su padre atacó una carpa de los ultraderechistas de VOX a huevazos. Crack pic.twitter.com/Ceq2sG8TsD
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) August 9, 2023
Pepe Reina y Parejo están tristes… https://t.co/jts2Axj3EW
— Hans-Max Gamper (@Javit1899) August 9, 2023
Buen futbolista, mejor persona. https://t.co/ZTzFoRWXYl
— Igor ⚒️? (@Igorag26) August 9, 2023
Después de verle ayer y con lo que leo de él hoy, ya me tiene ganao! https://t.co/clAYYvvVSd
— guillermo (GRR!) (@egid262) August 9, 2023
Se llama conciencia de clase.
— Roxita de Lussemburgo aka 100% verif1ed BrujAvería (@Rossemburg) August 9, 2023
Ahora, padre e hijo están en una posición en la que Bocks les podría hacer la bola para convertirlos en sus Ndongos musulmanes pero ellos no se han dejado cegar. https://t.co/QE4QSKyv0x
En un mundo que a menudo parece oscurecido por la intolerancia y la desigualdad, las figuras como ellos ofrecen una luz de esperanza y fuerza. Nos recuerdan que el deporte y la vida están inexorablemente ligados, y que el valor, la integridad y la empatía aún tienen un lugar prominente en ambos campos.
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