El domingo pasado, Madrid acogió a miles de personas que se congregaron en sus calles, elevando sus voces en solidaridad con el pueblo palestino. No estaban allí para lamentar simples «muertes», sino para denunciar «asesinatos». La resistencia palestina se ha convertido en un símbolo de lucha contra la opresión. Y mientras las calles de Madrid resonaban con gritos de apoyo, la Franja de Gaza vivía otra noche de terror, con bombardeos implacables por parte de Israel.
Las cifras son desgarradoras. Más de 8.000 personas han perdido la vida en un conflicto que parece no tener fin. Y mientras las y los palestinos enfrentan esta realidad, la comunidad internacional permanece en gran medida en silencio. ¿Dónde está la acción? ¿Dónde está la intervención?
Las manifestaciones como la de Madrid son un recordatorio de que el mundo está observando: debe detenerse la masacre.
«CRÍMENES DE GUERRA» Y LA INACCIÓN INTERNACIONAL
La manifestación fue un mosaico de mensajes. Carteles que denunciaban los «crímenes de guerra» de Israel, otros que pedían un «boicot a Israel». Pero un mensaje en particular resonó con fuerza: «No es una guerra, es un genocidio». Las y los niños palestinos, víctimas inocentes de este conflicto, no fueron olvidados. Se levantaron carteles en su honor, pidiendo una infancia libre de violencia y opresión.
Pero, ¿qué hace la comunidad internacional? La ONU, supuestamente el bastión de los derechos humanos, ha sido cuestionada por su inacción. «Palestina nos hace cuestionar si la ONU defiende los DDHH», se leía en uno de los carteles. Y es una pregunta válida. Si la ONU no actúa en defensa de los derechos humanos, ¿quién lo hará?
VOCES EN CONTRA DE LA INJUSTICIA
No todos en el gobierno español se quedan callados. Yolanda Díaz, líder de Sumar, ha sido clara en su postura. Ha pedido un alto al fuego «inmediato» en Gaza y ha denunciado la vulneración «flagrante» del derecho internacional por parte de Israel. «Los Derechos Humanos no son relativizables y la legalidad internacional tampoco», afirmó.
Ione Belarra, secretaria general de Podemos, fue aún más directa. Criticó la «limpieza étnica» de Israel y señaló la hipocresía de Europa. «Europa va a pagar muy cara esta hipocresía», advirtió. Belarra exigió sanciones económicas contra Israel y pidió que Netanyahu fuera llevado ante la Corte Penal Internacional.
Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, también se unió al coro de críticas. Denunció el apoyo de Occidente a Netanyahu, a quien describió como un «ultra» y un «fanático». Garzón subrayó la necesidad de un alto al fuego «inmediato» para proteger a la población civil.
¿HASTA CUÁNDO?
El conflicto palestino-israelí no es nuevo. Pero cada día que pasa sin una solución es otro día de sufrimiento para las y los palestinos. Las manifestaciones como la de Madrid son un recordatorio de que el mundo está observando. Es hora de que la comunidad internacional actúe. Es hora de justicia, paz y dignidad para el pueblo palestino.
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