El vídeo pega una vuelta a la concepción de la violencia en nuestro país y se ha vuelto viral en pocas horas
«Los contenedores». Así se titula el último vídeo viral de Spanish Revolution que pega una vuelta a lo que consideramos violencia ante el tratamiento que está dando la prensa y políticos a las manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél y la libertad de expresión.
El vídeo comienza con una simple frase: «Quemar un contenedor es un acto violento». La afirmación se ilustra con incidentes en Catalunya y Madrid donde se ve la quema de mobiliario urbano y carga contra manifestantes, detallando el tratamiento de los medios de esta situación, quienes lo elevan casi a categoría de «terrorismo».
El vídeo denuncia la manipulación de telediarios, tertulias y portadas, señalando que se cubren solo los incidentes mientras se ignoran las mayoritarias manifestaciones pacíficas que se están repitiendo a lo largo de todo el territorio nacional. Ignoran, de esta forma, que «estas protestas van más allá de un rapero encarcelado», detalla el vídeo, «van de libertad y futuro de una juventud sin esperanza».
Violencia y su concepción
La violencia es el tema central de este trabajo de Spanish Revolution. Sin embargo, no se trata de la lectura simple que los medios exponen como actos violentos. La violencia va más allá. La violencia puede incitarse con diversos estímulos y puede manifestarse también de múltiples maneras, siendo asociada igualmente a los variados procedimientos de la humillación, la amenaza, el rechazo, el acoso o las agresiones verbales, emocionales, morales o físicas. En ello se centra el vídeo.
Existe, no solo la violencia física, sino la violencia emocional independiente o que la suele acompañar, según la índole de la agresión. Es el daño en forma de desconfianza a una justicia que cada día se muestra más polarizada, el miedo sobre el que se construyen algunas relaciones interpersonales insanas que pueden derivar en acoso, maltrato o un asesinato machista a pesar de que la extrema derecha intenta restar importancia cada día.

La violencia se halla en el origen de problemas en las relaciones grupales bajo formas como la polarización, el resentimiento o el odio. Violencia es una familia sin recursos a la que echan de su casa por no poder pagar las facturas y a la que el Estado no proporciona una alternativa habitacional.
Violencia es precariedad laboral, el Glovo y Deliveroo, es poder morir atropellado cuando doblas turnos repartiendo comida en una plataforma digital siendo falso autónomo. Es también ser uno de los 780 fallecidos en accidente laboral porque la empresa responsable no toma medidas de seguridad por considerarlas caras.
Violencia es silenciar a la sociedad, limitar su libertad de expresión amenazándola con multas o incluso cárcel. Una sociedad libre debe poder articular sus opiniones e ideas sin temor a represalias, censura o sanción posterior. Todo lo demás es una dictadura de represión y miedo.
En definitiva, violencia es el maltrato al que se somete a la ciudadanía día a día a través de un sistema injusto y condicionado por la rentabilidad o por las clases. Los contenedores no sufren, sufre la ciudadanía.
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