Ahora, las temporeras marroquíes tendrán el mismo trato que los trabajadores del campo y serán trabajadoras indefinidas con contrato fijo discontinuo
La Reforma Laboral del Gobierno de Coalición ha logrado convertir la mayoría de los contratos temporales en fijos discontinuos, garantizando los derechos laborales hasta ahora negados para los trabajadores del campo. Este cambio se extiende a las temporeras marroquíes que cada año llegan a la campaña de recolección de frutos rojos en Huelva, un grupo hasta ahora invisibilizado y desprotegido.
El Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social informó que 3.888 trabajadoras han llegado a Huelva en el marco del programa de migración circular GECCO y se espera que este año alcance un récord de 16.700 trabajadoras extranjeras, también procedentes de Ecuador y Honduras. Además, el programa se extenderá este año a las provincias de Albacete y Segovia, donde llegarán más trabajadoras para trabajar en el sector agrario.
Ahora, las temporeras marroquíes tendrán el mismo trato que los trabajadores del campo y serán trabajadoras indefinidas con contrato fijo discontinuo, lo que garantiza su empleo en futuras campañas. Además, el despido requiere justificación e indemnización y habrá sanciones para las empresas que no cumplan con estos derechos.
Aún quedan desafíos
Sin embargo, aún existen desafíos a abordar en la industria agraria, como la lucha contra la explotación y la discriminación de las trabajadoras extranjeras. Además, la falta de vivienda adecuada para las temporeras es un problema recurrente que requiere soluciones a largo plazo.
A pesar de estos desafíos, la Reforma Laboral es un importante paso hacia la protección de los derechos laborales de las trabajadoras extranjeras en España. La igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos humanos son valores fundamentales que deben ser garantizados para todas las personas, independientemente de su nacionalidad o origen.
Related posts
SÍGUENOS
Milei, contra las cuerdas
El peronismo conquista seis de las ocho secciones electorales y abre una grieta en el proyecto de odio del Gobierno nacional.
Feijóo, de la centralidad al fango
Cuando el barro se convierte en programa político, el país entero queda atrapado en la cloaca.
Milei se rinde al dólar: volantazo desesperado con aval del FMI
El gobierno que prometía “no intervenir jamás en el mercado” se arrodilla ante la divisa y dinamita su propio dogma.
Vídeo | Queremos más Chikahiros
No hay pancartas masivas ni focos mediáticos. Solo un chef japonés que cada semana se planta ante la embajada de Israel en Tokio y repite lo mismo: “Parad el genodicio”. Una voz sola que vale por miles. Queremos más Chikahiros.
Vídeo | El negocio de matar
Palantir vende tecnología, pero lo que compra el ejército israelí es impunidad: un algoritmo que legitima la masacre. Cada contrato firmado es un misil que despega. Cada sonrisa de Karp es una fosa abierta.