De nuevo Juan Carlos I ha vuelto a salvarse de hechos y acusaciones muy graves debido a su supuesta inmunidad.
El Tribunal de Apelaciones de Inglaterra y Gales ha concedido este martes al rey emérito de España, Juan Carlos I, la inmunidad por sus actos hasta el momento de su abdicación en 2014.
Esta concesión se da en el proceso que sigue abierto contra él en el Reino Unido por el presunto acoso al que sometió a su examante Corinna Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn.
La corte reconoció el recurso presentado por el emérito para justificar que sus acciones entre abril de 2012 y el 18 de junio de 2014. Aunque los abogados de la denunciante han declarado que seguirán adelante con las acusaciones posteriores.
“La apelación estableció su petición de inmunidad funcional (…) y el juez se equivocó al concluir lo contrario. La excepción en la sección 5 SIA no se aplica. Por consiguiente, la conducta preabdicación es inmune a la jurisdicción de los tribunales de este país”, señalan desde el tribunal.
En concreto la inmunidad hará que no pasen por el juzgado los hechos en las que se manifiestan supuestas maniobras de acoso y espionaje dirigidas por el entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán.
Corinna, sin embargo, ha subrayado tras el fallo que la inmunidad solo “afecta a un asunto muy limitado” y desde su bufete insisten “puede progresar ahora hacia un juicio en el Tribunal Superior de Londres”, y recordó que la “mayor parte de la demanda, a partir de 2014, no se ve afectada y debería ir a juicio”.
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