18 Abr 2024
POLÍTICA ESTATAL

Isidoro, esta España no es la de hace 20 años 

Felipe González, «Isidoro«, continúa intentando torpedear los acuerdos a los que intenta llegar su propio partido

Este jueves, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha querido responder a las palabras del expresidente del Gobierno Felipe González recordándole que «la política española de ahora tiene una complejidad y tiene poco que ver con la que teníamos hace 20 años de cualquier manera que se la quiera analizar».

Las palabras de la vicepresidenta llegan después de que el expresidente del Gobierno, Felipe González, asegurase que no va a consentir que «nadie le mande callar» y en respuesta a las últimas declaraciones de Felipe González, en las que criticó los acuerdos del Ejecutivo con ERC y EH Bildu.

«Ahora el sistema de partidos es mucho más plural, los territorios han ido desarrollando, a través de los estatutos de autonomía, una diversidad de las políticas de los partidos en esos territorios de ámbito nacional o corte nacionalista», ha añadido.

«La política española ahora es muchísimo más compleja y, en esa complejidad, lo que le toca al Gobierno de España es tener claridad en los objetivos, y el más importante, para parar esta pandemia y para resolver la crisis que ha traído, es tener Presupuestos Generales del Estado», zanjó.

Adriana Lastra sobre Felipe González

La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, también quiso aportar en este debate señaló que siempre «escuchaba a sus mayores» antes de reivindicar que es el turno de «una nueva generación».

Lastra respondió a las críticas de Alfonso Guerra y otros históricos del PSOE tras haber cuestionado el pacto del Gobierno de Pedro Sánchez con EH Bildu. Al igual que Guerra y otros exdirigentes socialistas, Felipe González también ha criticado el pacto de Sánchez con ERC y Bildu para sacar adelante los Presupuestos, porque «tienen implícitas unas contradicciones que no permitan hacer un proyecto de país».

Tras ser preguntada por las declaraciones de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente extremeño, quien considera que el PSOE «no comparte nada» con Bildu y que Pedro Sánchez debería tener en cuenta que el partido no es de su propiedad, la portavoz del PSOE en el Congreso ha respondido: «Yo siempre escucho a nuestros mayores, pero ahora nos toca a nosotros. Somos una nueva generación a la que le toca dirigir el país y la dirección del PSOE».

Lastra ha defendido que van a negociar con todas las fuerzas políticas que quieran hacerlo, en base a mejorar los Presupuestos Generales del Estado. «En base a esas partidas presupuestarias, a esas enmiendas que hoy concluye el plazo para presentar, es nuestra obligación como grupo parlamentario, es nuestra obligación como gobierno y, por lo tanto, vamos a hacerlo con todos los grupos parlamentario», ha añadido.

Y ha continuado: «Respecto a la comparación de distintas fuerzas políticas me gustaría que esto se lo preguntara a la derecha porque quiero recordarles que es la derecha la que lleva pactando con la ultraderecha, por cierto, ultraderecha que tiene cordón sanitario en toda la UE desde que apareciera en la escena pública y no he visto por parte de algunos medios de comunicación ni siquiera cuestionar esos pactos. Y por cierto son pactos de gobierno, pactos de gobierno no solo presupuestarios»

Y para finalizar ha reiterado que van a seguir negociando con todas las fuerzas políticas, con Ciudadanos, con Esquerra Republicana, con todos aquellos que quieran apoyar los Presupuestos Generales del Estado.

Felipe González

A Felipe González nadie le manda callar

Respecto a las declaraciones de Adriana Lastra, el expresidente del Gobierno Felipe González ha dejado claro que no va a consentir que «nadie le mande callar».

«Si alguien me manda callar diciendo que es socialista, yo sé que no es socialista», ha señalado en una entrevista en Onda Cero.

Además ha insistido que él «no representa a nadie», ni lo pretende, pero defiende la libertad de ideas y el debate interno en el partido tras las censuras de la Ejecutiva al sector más veterano del PSOE.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha dicho que «por supuesto todo el mundo tiene derecho a dar su opinión». «Faltaría más que Felipe González no la tuviera», ha zanjado.

Otros tiempos

Y es que Isidoro, apelativo con el que se conoce al ex presidente, acabó su mandato en 1996, y ya ha llovido. Las generales de 1996, en las que el PSOE resultó derrotado al lograr 141 diputados frente a los 156 que consiguió el Partido Popular, González salió de la presidencia del gobierno, sucedido por José María Aznar. 

González llevó adelante una política económica liberal pese a su raíz socialista, tal y como relatan en su libro Fernando García de Cortázar y José Manuel González Vesga, Breve historia de España: «También en el terreno económico, Europa sirve de pretexto a los socialistas para practicar la política liberal que siempre desearon aplicar». A pesar de que también saco adelante temas sociales, estaba muy alejado de las políticas sociales desarrolladas actualmente por la coalición Podemos-PSOE.

Isidoro fue muy contestado en su época por el «plan de empleo juvenil» ideado con el objetivo de que los jóvenes tuvieran un primer empleo y adquirieran experiencia y que originó los contratos «basura», llamados así por su baja remuneración y porque su extinción no daba derecho a prestaciones sociales. De aquellos barros estos lodos, ya que España lidera el desempleo juvenil en Europa.

También legalizó las empresas de trabajo temporal con el objetivo de crear empleo aunque este fuera precario y en peores condiciones; el recorte de las prestaciones por desempleo (antes se podía solicitar la prestación del paro con seis meses cotizados; ahora se necesita un año, aunque con seis meses cotizados se tiene acceso al subsidio de 420 euros); y el primer «medicamentazo» cuyo objetivo fue ahorrar fondos públicos eliminando la subvención que recibe la prescripción de ciertos medicamentos por parte de la seguridad social. Como consecuencia de esta política sufrió las primeras huelgas generales de la democracia, lo que llevó al distanciamiento de su partido del sindicato UGT y de los preceptos de Pablo Iglesias.

El Gobierno de González llevó a cabo una conflictiva reconversión industrial, y la modernización y universalización tanto del sistema educativo español, como del sistema sanitario y de seguridad social, así como una ampliación y modernización de las infraestructuras. Pero ahí se quedó y ahora toca mejorar, es momento de llegar a acuerdos y de avanzar.

Nadie puede callar a González, no. Este es un país libre y quien más, quien menos, puede dar su opinión. Sin embargo, Isidoro tiene una responsabilidad tras haber sido presidente del Gobierno y debería ser respetuoso con los pactos progresistas. Unos pactos a los que debería sentirse más cercano ideológicamente, pero han pasado demasiados años, demasiadas polémicas y demasiado dinero por sus manos para que esto cambie ahora. Es tiempo de dejar a González atrás.