El alcalde de Ourense ha agredido a una sindicalista a la vista de todo el mundo y ahora intenta justificarse diciendo que fue “en defensa propia”.
Gonzalo Pérez Jácome ha agredido este martes a una sindicalista que participaba en la huelga de transporte público urbano.
En la primera jornada del paro, con los piquetes impidiendo la salida de algunos vehículos y el Ayuntamiento de Ourense denunciando un supuesto sabotaje por parte de los manifestantes a los servicios mínimos, la Plaza Mayor, donde está situado el consistorio, se convirtió en el escenario de las protestas.
Pérez Jácome se acercó allí y acabó empujando a la sindicalista de Comisiones Obreras, Lola Panero, que estaba manifestándose hablando por un megáfono.
La Voz de Galicia ha hablado con la sindicalista agredida, que ha afirmado que denunciará los hechos a título personal y que ha avanzado que CCOO también está planteándose hacer lo propio: “No se puede consentir que ocurra algo así”, ha dicho, añadiendo que “fue inesperado, el alcalde bajó y yo entendí que lo hacía de buena fe, para dirigirse a los trabajadores, por eso le ofrecí el megáfono, pero él estaba fuera de control”.
Con años de movilizaciones a sus espaldas, Panero ha afirmado que “puedo parecer muy acalorada en mis reivindicaciones, pero nunca me había pasado algo así, ni con un alcalde ni con nadie”. Según el sindicato, “cada día que un personaje antidemocrático como Jácome continúa ostentando un puesto público es un desprestigio para las instituciones y para Ourense”.
El alcalde, lejos de pedir disculpas, ha justificado su actuación a través de redes sociales, ya que considera que el empujón fue una reacción por “instinto” ante el miedo a sufrir una “agresión acústica”.
“En el momento que yo salgo del ayuntamiento, viene una persona totalmente exaltada, una mujer que es una sindicalista liberada, ni siquiera es trabajadora de esta empresa”, ha relatado el alcalde, sosteniendo que “viene con un megáfono hacia mí y viene un poco acosándome. Bueno, un poco no, acosándome físicamente”.
Confirma que la sindicalista le trasladó que quería que se dirigiese a las personas concentradas y que fue entonces cuando se produjo la agresión: “Como yo no hice lo que me dijo esta sindicalista exaltada, coge el megáfono y lo dirige hacia mi persona, me lo acerca a la cabeza y empieza a vociferar. Entonces, ¿qué ocurre? Yo, en ese momento, veo que se va a producir una agresión acústica porque, obviamente, me puede romper el tímpano y en ese momento yo reacciono de forma instintiva”, se ha intentado defender Jácome.
Reiterando que ha intentado actuar “en defensa propia”, ha evitado pedir perdón directamente a su víctima, pero sí ha dicho que lamenta lo ocurrido: “Lo siento de veras, siento de veras situaciones así, pero son contingencias como alcalde”.
Las explicaciones lejos de apaciguar los ánimos han conseguido el rechazo magnánimo en redes sociales.
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