Ante el miedo generado cabe recordar que varios cientos de fármacos se han relacionado con la trombocitopenia inducida por fármacos
Los casos de trombosis aparecidos tras la vacunación de AstraZeneca han provocado una alarma un tanto desproporcionada pero comprensible entre la población. Investigadores alemanes han aportado la explicación de que algunas personas cuando reciben esta vacuna tienen una respuesta inmunológica que activa las plaquetas y favorece la formación de estos trombos.
Los primeros casos de trombosis tras la vacunación con AstraZeneca se detectaron entre 3 y 14 días después de la administración de la dosis. Los pacientes presentaban un «muy intenso dolor de cabeza que empeoraba al tumbarse y no mejoraba con analgésicos», incluso se daban casos que además presentaban «vómitos o sangrados irregulares». Esta última afección es lo que se conoce clínicamente como trombocitopenia.
Sin embargo, existen otros medicamentos muy comunes que se han relacionado con la trombocitopenia inducida por fármacos (TCPIF). Algunos de ellos son: aspirina, nolotil, omeprazol, primperán, paracetamol o la píldora anticonceptiva, tal y como informa Ideal.
La ingesta de aspirina se ha asociado con úlceras entre 1 y 10 de cada 1.000 pacientes; nolotil puede ocasionar agranulocitosis, una disminución severa de glóbulos blancos capaz de producir la muerte en 1 de cada 10.000 personas.

El omeprazol, además de producir el mismo efecto secundario que el nolotil, puede generar problemas graves de riñón en 1 de cada 1.000 pacientes y primperan puede producir síntomas similares al Parkinson en 1 de cada 10 personas, mientras que en 1 de cada 100 produce alucinaciones.
Por su parte, en relación al paracetamol, consumir más de cuatro gramos diarios puede implicar daños en el hígado. De hecho, diez gramos, están asociados con una posibilidad de intoxicación mortal. Los riesgos de la píldora anticonceptiva femenina son más conocidos: trombosis entre 0,5 y 1 de cada 1.000 mujeres que la consumen.
Pero son más de 300 los fármacos con una relación causal definitiva o probable con la trombocitopenia como quinina, quinidina, trimetoprima / sulfametoxazol, vancomicina, penicilina, rifampina, carbamazepina, ceftriaxona, ibuprofeno, mirtazapina, oxaliplatina, así como los inhibidores de la glicoproteína IIb / IIIa (GPIIb / IIa) abciximab, tirofiban y eptifibatida.
Además, el fármaco más común involucrado en DITP suele ser la heparina. Las complicaciones tromboembólicas potencialmente mortales son comunes en pacientes con trombocitopenia inducida por heparina (TIH). La trombocitopenia puede ocurrir en 10 a 30% de los pacientes tratados con heparina en ausencia de una afectación evidente del sistema inmunológico.
Mientras tanto, los coágulos sanguíneos y niveles bajos de plaquetas en sangre tras la inoculación de la vacuna AstraZeneca es un efecto secundario «muy raro» que puede aparecer con una probabilidad de menos de 1 persona de cada 10.000, tal y como ha anunciado la Agencia Europea del Medicamento (EMA).La incidencia de TCPIF varía según los medicamentos, con valores desde un 5% hasta un 40% en pacientes que reciben heparina, mientras que para otros fármacos es inferior al 1%.
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