19 Abr 2024
POLÍTICA ESTATAL

Évole entrevista a un exnazi: «El discurso que antes era marginal ahora es normal» 

El arrepentido exnazi es participante confeso del ataque neonazi a Blanquera

Jordi Évole entrevista este domingo en ‘Lo de Évole’ a un militar neonazi arrepentido. Él explica su caso ante las cámaras para que no se vuelva a repetir: «El discurso que antes era marginal, ahora lo oigo hasta en la parada del autobús».

El joven llega a asegurar que viendo la película de ‘La lista de Schindler’ se reía a «carcajadas»: «Cualquier escena que haría palidecer a cualquier persona normal, a mí me provocaba carcajadas. Mi padre me miraba con cara de qué coño he criado aquí».

El entrevistado cuenta que lleva tatuado en la espalda a Rudolf Hess, uno de los principales miembros del partido Nazi y lugarteniente de Hitler, porque ”consideraba que no era digno todavía de hacerme a Hitler”.

Neonazi

Participante en el ataque a la Generalitat de Cataluña

El arrepentido ultra es participante confeso del ataque neonazi a Blanquera, la sede de la Generalitat de Cataluña en Madrid, en el año 2013. Con violencia, empujando y agrediendo a los presentes, entre ellos al diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, un grupo de neonazis subieron al escenario, arrancaron el micrófono y tiraron la bandera de Cataluña mostrando banderas falangistas, neonazis y la de España.

La Jefatura Superior de Policía indicó además que los radicales de ultraderecha lanzaron algún tipo de gas en el interior del edificio, además de los desperfectos que han ocasionado en el mobiliario. Esto pone de manifiesto la implicación del entrevistado con su ideología y subraya lo importante de su arrepentimiento.

Amanecer Dorado español

«Nosotros queríamos hacer un Amanecer Dorado en España, yo esto lo hacía a espaldas del Ejército», explica, asegurando que quiere abrir los ojos a otras personas: «O me vuelvo a meter la pistola en la boca y esta vez sí aprieto el gatillo, o intento rescatar a gente del radicalismo»

Lanza, asimismo, un aviso a navegantes: “Veo con mucha claridad como un discurso que antes era claramente marginal ahora es incluso normal verlo en bares, en la calle, en la parada del autobús”.