El 52% de los encuestados se cuelgan la etiqueta de “clase media-alta”
El CIS ha preguntado en una encuesta sobre nuestra “identificación subjetiva de clase”, es decir, en qué escalafón social nos consideramos y ha desvelado que nuestra opinión ha cambiado y que cada vez nos situamos en uno más elevado a pesar de la inflación y el coste de la vida.
En 2001, el 50% de los encuestados se situaban en la categoría de “obreros cualificados” y “obreros no cualificados”, pero en 2021 este porcentaje se ha desplomado hasta el 16%. Y, aunque no todas las encuestas se ocupan de los mismos ámbitos (las cifras de 2021 están centradas en Madrid de cara a las elecciones), el patrón es consistente.En 2001, el 50% se consideraba clase obrera; en 2011, el 46% y en 2021 el porcentaje desciende hasta el 16%. Los motivos de este descenso son muchos. Uno de ellos es que, tal y como indica Magnet, el CIS cambió la denominación “obreros cualificados/no cualificados” por “clase trabajadora/obrera” o “clase baja/pobre” y esta última lleva aparejada evidentes connotaciones negativas de las que muchas personas, se encuentren en ella o no, quieren huir.
Esto es algo que saben también los partidos. Durante los últimos años, la categoría más repetida por Ciudadanos, el PSOE y el PP es la “clase media trabajadora”, una categoría que funciona como confirmación del sesgo. En España, un país donde el salario más común no supera los 19.000€, pero donde la mayoría de familias tienen algún piso en propiedad, la idea de “trabajador” y “clase media” es tan aspiracional como definitoria.
En este cambio de paradigma se cuela la etiqueta “clase media-alta”, en la que a todos nos gustaría estar. En las últimas encuestas del CIS el 52% de los encuestados se sitúan en esta categoría.
Los trabajadores asociados históricamente a profesiones “obreras” como operarios de fábrica, estibadores o mineros también han disminuido debido a los avances tecnológicos y a la reconversión. En España hoy el sector servicios ocupa el 70% de la producción económica.
Es en el sector servicios donde el concepto “obrero” se esfuma. En las ciudades los trabajadores no cualificados, muchos de ellos con estudios y provenientes de familias de “clase media” compiten por puestos de trabajo precarios con bajos salarios. Otros disfrutaron en otros tiempos de salarios y comodidades “medias”, aunque las perdieran en el camino de la larga crisis. En ese magma brota la “clase media trabajadora”.
La palabra que mejor define hoy a muchos trabajadores urbanos es “precariedad”, no “obrero”. Y es que en un contexto donde los puestos “medios” de antaño están desapareciendo y donde cada vez hay una brecha más clara entre “puestos cualificados”, bien pagados, y puestos precarios, que un 50% de los españoles se considere “clase media” podría parecer una paradoja, pero no lo es.
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