Durante años, el padre de Felipe VI ha utilizado este pseudónimo para no ser reconocido y poder pasar desapercibido
El rey emérito ha estado utilizando un pseudónimo para poder moverse con libertad sin ser detectado por la prensa. Este pseudónimo lo ha utilizado en muchas ocasiones: para registrarse en hoteles, para conseguir billetes de avión, para algunos acontecimientos de su vida privada o para sus escarceos amorosos.
La verdad es que Juan Carlos I no ha sido muy original a la hora de elegirlo. Juan Sumer es el nombre que decidió utilizar: Juan por su nombre y Sumer es el acrónimo de Su Majestad El Rey. En su día explicaron que quien le dio la idea fue Bárbara Rey, una de sus «amigas», y que a él le hizo tanta gracia que se lo apropió.
«Yo he dicho siempre que ha tenido una relación con el emérito porque lo he vivido. Soy testigo de esa relación», señalaba la periodista Chelo García Cortés en Sábado Deluxe. Y añadía: «Yo te digo que esa relación ha existido, de temas de dinero no hablo».

La íntima amiga de la actriz desvelaba ademásun episodio que vivió con el rey emérito: “El rey llamó un día a la casa que Bárbara tenía alquilada en Barcelona. Suena el teléfono, lo coge José Manuel Parada, se pone nervioso y me lo da a mí. Lo cojo y me doy cuenta de con quién estoy hablando. Él pregunta directamente por ella, no la llamaba María, sino Marita, y entonces le digo que está en la ducha, en el baño, me pregunta quién soy, se lo digo, le dije soy Chelo, amiga de Bárbara, y dice: ‘Dile por favor que llama Juan Sumer. La voz de él era inconfundible. Voy al baño, toco la puerta, y digo: ‘Te llama tal persona’ y nos dice que ahora lo llamaba.
El pseudónimo heredado puntualmente por Felipe VI
Sin embargo, parece que Corinna, otra de las amigas de Juan Carlos I prefería usar otro nombre: John Smith, un pseudónimo heredado puntualmente por su hijo Felipe VI en su luna de miel, según publicó el diario británico The Telegraph.
El periodista Miguel Temprano explicó en el programa que Bárbara Rey le contó su supuesta relación con el monarca en una gala de «Inocente, inocente» y que el CNI empezó a ver que era insostenible seguir pagando a la vedette para comprar su silencio.
Como José María Aznar decidió dejar de pagar con fondos públicos el silencio de la vida privada del rey emérito, este recurrió a amigos suyos. «Aznar entiende que él en su mandato no puede estar pagando los polvos del Rey con fondos reservados. Es una decisión de Aznar. Lo que pasa es que los amigos del Rey,como no paga el CNI, que paguen ellos», comentaba el periodista sobre cómo se contrataba a Bárbara Rey en cadenas públicas.
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