26 Abr 2024
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

En ‘El Mundo’ llaman a Alberto Rodríguez el «rastas de Podemos» e Iglesias los humilla 

Desde ‘El Mundo’ señalan a Alberto Rodríguez de forma despectiva en un artículo sobre su trayectoria laboral y política.

«El ‘Rastas de Podemos’, agitador de las calles al servicio de Pablo Iglesias que acabó ante el Supremo». De esta forma tan despectiva ha titulado un artículo El Mundo, firmado por el periodista Álvaro Carvajal, para hablar de la trayectoria de Alberto Rodríguez, diputado de Unidas Podemos.

La razón de publicar este artículo viene a colación del procesamiento contra el secretario de Organización y diputado de Unidas Podemos por presunto delito de atentado y falta (o delito leve) de lesiones al de propinar supuestamente una patada a un policía durante una protesta contra la Ley Wert celebrada en 2014, durante una visita del entonces ministro de Educación. Una agresión que Rodríguez negó en todo momento. 

En el texto, el periódico conservador repasa cómo Rodríguez evolucionó desde ser un «currela», llegando a ser representante sindical en la refinería en la que trabajaba, a secretario de Organización y diputado de Podemos y uno de los hombres fuertes del partido. Le acusan desde El Mundo de ser responsable «de expulsar a la poca masa crítica que ya quedaba» en Podemos.

Eso sí, la falta de respeto del título no se vuelve a ver a lo largo del artículo. Un clickbait de libro a costa del menosprecio a un diputado.

Alberto Rodríguez Contrainformación

Iglesias y el «Calvo de El Mundo»

Pablo Iglesias, ex vicepresidente y candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, se ha hecho eco de la falta de respeto de El Mundo a través de un mensaje de su cuenta oficial de Twitter. 

«¿Alguien se imagina que nos refiriéramos a Francisco Rosell, director de El Mundo, como “el calvo de El Mundo”?», se pregunta Iglesias. «La ultraderecha mediática no sólo miente, tampoco sabe disimular su rancio clasismo», expone el ex vicepresidente.

«Su odio es nuestro mayor orgullo», finaliza su crítica.