El ministro de salud de Ecuador, Juan Carlos Zevallos, se reservó varias vacunas para reservar a su familia.
Durante las últimas jornadas en Ecuador se han vivido movilizaciones tensas para referir a la desigualdad de distribución en cuanto a las vacunas, que quedó patente después de los actos de Juan Carlos Zevallos.
Tras ello el parlamento ecuatoriano votó por unanimidad destituir al susodicho ministro de salud, 21 votos a favor y 4 abstenciones.
Juan Carlos Zevallos decidió reservarse varias vacunas para él y sus familiares, antes que los grupos prioritarios.
El plan de vacunación ecuatoriano arrancó el pasado 21 de enero, y desde el ministerio de salud detallaron que se inocularía primero al personal de primera línea de atención médica, adultos con necesidades, mayores, etc.
Durante este plan Ecuador planea vacunar a 43 mil personas en las próximas semanas con la vacuna Pfizer/BioNTech.
No obstante, saltándose el plan de vacunación, el ministro Zevallos, se agenció de algunas vacunas del hospital Pablo Arturo Suárez, institución pública que fue destinada a la atención de pacientes con Covid-19.
Tras los acontecimientos Juan Carlos Zevallos aún no ha emitido pronunciamiento sobre el tema.
Sin embargo la fiscalía está investigando a Zevallos acusado de delito de tráfico de influencias en este reparto de vacunas contra COVID-19 para beneficiar a sus familiares.
Opinión | Los oligarcas del siglo XXI
De Silicon Valley a los gobiernos: el poder desmedido de las grandes tecnológicas
Abascal ante el dilema Trump: aranceles contra el campo español y ataque contra el idioma
El regreso de Trump al poder pone a Vox entre la espada de la afinidad ideológica y la pared del proteccionismo estadounidense.
El indulto del ‘Chamán de QAnon’: cuando la violencia se convierte en política de Estado
La violencia perpetrada en nombre del trumpismo será no solo justificada, sino premiada.
Vídeo | Musk se quita la máscara
Los fascismos de hoy no llegan con botas y marchas militares. Llegan con algoritmos, con CEOs que controlan redes y con discursos que normalizan lo intolerable.
Vídeo | ¿Por qué no denuncian las mujeres?
Porque denunciar significa enfrentarse a un sistema que las cuestiona y las revictimiza. Denunciar no debería ser una experiencia traumática, pero mientras la justicia siga siendo aliada de los agresores, ¿quién se atreverá a buscar ayuda?