Necesitamos políticas que protejan y restaurar nuestros ecosistemas, no las que los degraden en nombre del crecimiento económico.
La conciencia medioambiental en la política europea está en juego, al igual que el futuro de nuestro planeta. El Partido Popular, bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, busca suavizar las políticas ambientales que son esenciales para nuestra supervivencia a largo plazo. La postura del partido de dar prioridad a los intereses económicos sobre el medio ambiente es un reflejo preocupante de la tendencia emergente en la derecha europea, una tendencia que, si no se revierte, tendrá consecuencias catastróficas para nuestra Madre Tierra.
La resistencia a la ley de restauración de la naturaleza, aprobada por la Eurocámara, que tiene como objetivo recuperar el 20% de los ecosistemas dañados para 2030 y todos ellos para la mitad del siglo, es una señal clara de que la política está fracasando en proteger nuestro planeta para las futuras generaciones. Aunque la ley ha enfrentado una resistencia considerable, todavía hay tiempo para que los líderes europeos defiendan el futuro de nuestro planeta en lugar de sus intereses económicos a corto plazo.
Las protestas de los agricultores en toda Europa, impulsadas por el aumento de los precios y las nuevas medidas medioambientales, son una señal de la creciente presión sobre el sector. Si bien estos desafíos deben ser abordados, no podemos permitir que nos distraigan del imperativo de proteger nuestro planeta.
Las propuestas del Partido Popular, como extender la vida de las centrales nucleares y modificar el reglamento de Costas, representan un retroceso en las políticas ambientales y ponen en peligro nuestros preciados recursos naturales. Necesitamos líderes que estén dispuestos a tomar decisiones difíciles en nombre de la sostenibilidad.
Este es un llamado a la acción: debemos unirnos y exigir un regreso a la cordura ecológica. Necesitamos políticas que protejan y restaurar nuestros ecosistemas, no las que los degraden en nombre del crecimiento económico.
Es el momento de actuar, de defender nuestro planeta para las generaciones futuras. Cada voto, cada voz cuenta en esta lucha. Juntas y juntos, podemos volver a poner a la ecología en el centro de las políticas europeas, porque el futuro de nuestro planeta está en nuestras manos.
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