Sultan al Jaber, presidente designado de la COP28, ha desafiado el consenso científico sobre el cambio climático al afirmar que «no hay ciencia» que respalde la eliminación de los combustibles fósiles para limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Esta declaración, realizada durante un debate online de la cumbre del clima, no solo contradice la evidencia científica establecida, sino que también plantea serias dudas sobre la dirección y la integridad de la próxima conferencia sobre el clima.
Contrario a las afirmaciones de Al Jaber, la ciencia es inequívoca: la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es esencial para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y evitar los peores impactos del cambio climático. El último informe del IPCC, aprobado por 195 países, incluidos los Emiratos Árabes Unidos, presenta múltiples escenarios que demuestran la necesidad de reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles.
Conflicto de intereses
La posición de Al Jaber como líder de una importante petrolera plantea un conflicto de interés significativo. Su negación de la ciencia climática y su retórica sugieren una influencia indebida de los intereses petroleros en la COP28, lo que podría socavar la credibilidad y los resultados de la conferencia. Es crucial que los líderes de la COP28 representen los intereses de la humanidad y del planeta, no los de las industrias que han contribuido al problema del cambio climático.
La ironía de que un petroestado como los Emiratos Árabes Unidos acoja la COP28 y simultáneamente promueva negocios petroleros no pasa desapercibida. La crítica de Marina Romanello, , directora Ejecutiva de Lancet Countdown el mayor estudio anual de la prestigiosa revista médica del impacto en la salud humana del cambio climático, sobre la «hipocresía» de estas acciones resalta la desconexión entre las palabras y las acciones en la lucha contra el cambio climático. Es una traición a la comunidad global y a las generaciones futuras continuar promoviendo los combustibles fósiles mientras se habla de sostenibilidad.
La afirmación de Al Jaber de que la eliminación de los combustibles fósiles nos llevaría «de nuevo a las cuevas» es una falsa dicotomía. Como señala Joeri Rogelj, la transición a energías limpias y sostenibles es factible y no implica un retroceso en el desarrollo socioeconómico. Por el contrario, ofrece una oportunidad para un futuro más saludable, justo y resiliente.
En este sentido Joeri Rogelj, director de investigación de Cambio Climático del Grantham Institute ha pedido al el presidente de la COP que pregunte por el último informe del IPCC. «Ese informe, aprobado unánimemente por 195 países, entre ellos los Emiratos Árabes Unidos, muestra diversas formas de limitar el calentamiento a 1,5 °C, todas las cuales indican una eliminación de facto de los combustibles fósiles en la primera mitad del siglo. ¿Regresará el mundo a las cavernas? En absoluto, salvo para refrescarse durante la próxima ola de calor», ha dicho.
Las declaraciones de Sultan al Jaber en la COP28 son un llamado de atención sobre la influencia de los intereses petroleros en la política climática global. Es imperativo que la comunidad internacional rechace tales narrativas engañosas y se comprometa con una acción climática basada en la ciencia. La eliminación de los combustibles fósiles no es solo posible, sino absolutamente necesaria para asegurar un futuro sostenible para todos. La COP28 debe centrarse en acelerar esta transición, no en negar la realidad que enfrentamos.
Desmontando el paripé
Para desmontar las afirmaciones del Sultán Al Jaber sobre la eliminación de los combustibles fósiles, es esencial referirse a datos y estudios científicos que demuestran la importancia y la urgencia de reducir nuestra dependencia de estas fuentes de energía para combatir el cambio climático. Vamos allá
El último informe del IPCC, aprobado por 195 países, incluidos los Emiratos Árabes Unidos, muestra claramente que la limitación del calentamiento global a 1,5 °C requiere reducciones rápidas y profundas en las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo una eliminación de facto de los combustibles fósiles. https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg1/
La quema de combustibles fósiles es la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), los combustibles fósiles son responsables de más del 75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. https://www.iea.org/reports/global-energy-co2-status-report-2019/emissions
La contaminación del aire causada por la quema de combustibles fósiles es un importante riesgo para la salud humana. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 4 millones de muertes prematuras al año están vinculadas a la contaminación del aire exterior. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/ambient-(outdoor)-air-quality-and-health
Contrariamente a la idea de que la eliminación de los combustibles fósiles perjudicaría el desarrollo socioeconómico, la transición a energías renovables puede impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la transición energética podría aumentar el PIB global en 98 billones de dólares para 2050. https://www.irena.org/publications/2020/Apr/Global-Renewables-Outlook
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