Del periodista del misterio al bufón de la ultraderecha mediática
Durante años fue el “friki” simpático que colaba el misterio en prime time. Un tipo con voz grave, estética gótica y una obsesión inofensiva por las psicofonías, las momias y los ovnis. Iker Jiménez era un personaje pintoresco, casi entrañable, que aportaba algo diferente a una televisión infectada de cotilleo y vulgaridad. Pero esa etapa quedó atrás. Muy atrás.
Hoy Iker es otra cosa. Mucho más peligrosa.
En lugar de inquietud por lo desconocido, vende certeza reaccionaria. En lugar de enigmas, reparte bulos. En lugar de buscar respuestas, impone las suyas: siempre paranoicas, siempre autoritarias. Ha mutado en una caricatura siniestra de sí mismo, el altavoz perfecto para el discurso ultra: xenófobo, negacionista, patriarcal y profundamente anticientífico.
No ha sido un desliz ni un mal día. Ha sido un proceso. Lento, rentable y cuidadosamente orquestado para capturar a una audiencia que hoy no busca saber más, sino confirmar sus miedos y prejuicios.
Y todo eso, mientras se victimiza, mientras acusa a “los medios” de censurarle y mientras sigue cobrando en uno de los principales canales del duopolio televisivo.
Porque sí, Iker Jiménez sigue en Cuatro. En Mediaset. En la televisión que llega a millones de hogares cada semana. Y desde ahí lanza su arsenal de conspiraciones y tertulianos ultras como si fuera un servicio público.
Esta es la historia de cómo el misterio murió devorado por la ultraderecha mediática. Una historia en cinco fases. Tan real como escalofriante.
FASE 1. EL REPORTERO DEL MISTERIO: CUADERNO, MICRO Y CEMENTERIOS (1990–2002)
Durante los años 90, Iker Jiménez no era una amenaza. Era el friki simpático que hablaba con supuestos muertos y se colaba en casas abandonadas. Su primer libro, Enigmas sin resolver (1999), fue un superventas en kioscos, y su presencia en radios como Onda Madrid o Antena 3 Radio le consolidó como joven promesa del periodismo de lo oculto.
Entonces el enigma era una excusa para contar historias, no para inocular miedo ni blanquear discursos de odio.
Con Milenio 3 en la Cadena SER se hizo un hueco fijo en la madrugada: psicofonías, brujas, conspiraciones suaves, sin cruzar la línea. Todavía era posible oírle sin sentir vergüenza ajena.
Era un periodismo precario pero hecho con respeto. El mismo respeto que décadas después dinamitaría con cada nuevo giro hacia el espectáculo de ultraderecha.
FASE 2. EL ESTILO IKER: NOSTALGIA, RESPETO Y RIGOR (2002–2015)
Con Cuarto Milenio en Cuatro (desde 2005), Iker entró en los hogares como el divulgador amable del misterio. Casas encantadas, ovnis, reliquias antiguas. El plató simulaba una biblioteca, no un búnker ideológico. Había un equilibrio entre la teatralidad y cierta ambición cultural.
Durante esta etapa, Iker podía gustar o no, pero no intoxicaba el debate público. Incluso se permitía —con timidez— criticar abusos del poder, hablar de memoria histórica o tratar temas sociales con dignidad.
Ganó un Premio Ondas. Tenía credibilidad. Y lo más importante: todavía no estaba al servicio del miedo ni del clickbait.
Este fue su techo ético. Lo que vino después ya no tiene que ver con la curiosidad, sino con la propaganda.
FASE 3. LA ERA COVID: IKER SE VISTE DE PROFETA (2020–2022)
Con la pandemia, Iker muta. Se obsesiona con ser «el que lo advirtió todo» y lanza Informe COVID y luego Horizonte. Un salto mortal sin red: se rodea de tertulianos sin rigor, exmilitares, pseudocientíficos y opinadores que sólo saben decir “yo no soy negacionista, pero…”.
Este tuit de marzo de 2020 ya anticipaba el tono mesiánico. En vez de periodismo, sermón. En vez de análisis, miedo. En vez de ciencia, espectáculo.
Uno de los productos más delirantes de esta etapa es César Carballo, urgenciólogo de plató que aparece en cualquier contexto con la misma bata blanca. Se convierte en un meme: el “girasólogo” del Apocalipsis
https://x.com/navedelmisterio/status/1309236507992100873
https://www.publico.es/tremending/girasologo-arenologo-cesarcarballo-inundan-twitter.html
Los bulos empiezan a multiplicarse. Uno de los más graves: la negación de la emergencia climática, desmontada por este análisis de Público.
Iker había dejado de ser periodista. Ahora era un influencer de la histeria.
FASE 4. DESINFORMACIÓN, ULTRAISMO Y SHOW: LA NAVE DE LA CARROÑA (2022–2024)
Los formatos de Iker evolucionan… hacia el abismo. Horizonte se convierte en un panfleto para lanzar barbaridades y legitimar discursos propios de Vox.
Su tertulia se convierte en un club de opinadores ultras: Javier Negre, Javier Gaitán, exmilitares nostálgicos, hombres obsesionados con el “orden natural” y el odio a la ciencia.
En septiembre de 2023, una DANA en Valencia deja 200 víctimas. Iker lanza un bulo sobre un supuesto parking sumergido en Bonaire. La noticia era falsa.
https://www.publico.es/tremending/nave-carrona-criticas-programa-horizonte-iker-jimenez-trolas-sensacionalismo-dana.html
La presión mediática hace que el banco ING retire su publicidad de su programa.
Pero la gota que colma el vaso llega con un tertuliano de Iker que afirma, sin pudor, que «alrededor de Israel hay terroristas que son basura humana y deberían ser exterminados».
https://www.publico.es/tremending/barbaridad-tertuliano-iker-jimenez-cuatro-alrededor-israel-son-terroristas-basura-humana-deberia-exterminada.html
Del miedo al virus pasó al odio al diferente. Y de ahí al exterminio como espectáculo.
FASE 5. «SÍ, SOY FACHA»: LA CONFESIÓN EN PRIME TIME (2024–2025)
Por si alguien todavía dudaba, Iker lo dejó claro en Viajando con Chester. Sin matices, sin disimulo:
“Sí, soy facha. ¿Y qué?”
https://www.publico.es/opinion/columnas/iker-orgullo-facha.html
Así cerraba el círculo: de periodista a predicador. De la voz del misterio a la voz del miedo.
El tipo que antes hablaba de las caras de Bélmez, ahora representa las caras de VOX. No defiende ideas, vende alarmismo. No investiga, grita. Y lo más grave: no es una excepción, sino un síntoma de cómo la televisión española ha normalizado el fascismo envuelto en música tenebrosa.
Y así murió el misterio. Iker Jiménez dejó de ser el friki entrañable para convertirse en una caricatura peligrosa.
Una que justifica el exterminio, blanquea bulos, y se indigna porque no le creen.
El problema es que ahora sí le creen. Y ese es el verdadero terror.
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Prefiero first dates,éste facha es insoportable.
Suscribo fase por fase. Los programas de Milenio3 están disponibles en archive.org, por ejemplo, y escuchar uno al azar es como la noche y el día del Iker actual. Si se le veía ramalazo de ego y gusto por tener culto a su persona cuando al final del programa mandaba «bendiciones milenarias» a oyentes que las pedían con un fervor como si de un ungido se tratara. Tardó demasiado en parar eso, con oyentes pidiendo las bendiciones -que recuerde – hasta para superar enfermedades graves o para bebés a modo de «bautizo». Es algo que sólo he visto que ocurra con Maradona y Amancio Ortega.
También lo seguí en Cuarto Milenio hasta por lo menos la temporada 9 o 10 y acudí a las expo de figuras que organizó por 2015 y salí encantado.
Puedo ver y respetar a quien piensa diferente a mí pero no cuando se sobrepasan las lineas rojas que ha cruzado en los últimos años. Que hasta un ex-nazi de los de retrato de Hitler y esvástica tatuados le afeó a Iker los elementos que lleva al programa para blanqueo, que son muy nazis. Imagínense.
Ahora crítica el señalamiento a cuentas online que viven de señalar a todo aquel diferente a ellos, tócate los bemoles.
Sois unos mentirosos,y manipulais todas las noticias.Menos mal que la gente que sabemos un poco,no os hacemos mucho caso,porque dais vergüenza.