Ayer por la noche Tokio (Japón) albergó movilizaciones favorables a Donald Trump, el ya expresidente de los Estados Unidos.
El encargado de hacerse eco en redes sociales de las movilizaciones pro-Trump en Japón fue un profesor de la universidad tokiota de Waseda, el estadounidense Jeffrey J. Hall.
Hall es experto en movimientos nacionalistas y de ultraderecha en Japón, de los cuales, explicó el profesor, algunos grupos de se encontraban movilizándose en favor de Trump en Tokio.
Estos, destacó el profesor, eran mayoritariamente grupos de ideología conservadora, militaristas e incluso movimientos religiosos como la Iglesia del Santuario, Falun Gong o la secta Ciencia Feliz.
«Varios centenares de personas marchando en Tokio no significa que esta sea una visión mayoritaria en Japón ni que sea apoyado por el gobierno conservador nipón (…) La mayoría de la gente en Japón no tiene ni idea de que este evento tuvo lugar y probablemente nunca lo sabrá», explicó Hall en Twitter.
From 30 seconds into the final clip I posted yesterday. I wonder if somebody later told her it was upside down: https://t.co/uRDJs1KxTX pic.twitter.com/CiTpE8ichK
— Jeffrey J. Hall ???? (@mrjeffu) January 7, 2021
Esta «anécdota», explica Demófilo Peláez en el Confidencial, «puede ser sintomática de algunas tendencias algo más populares en la sociedad japonesa, como el pragmatismo en las relaciones internacionales o la aprobación a Trump por sus duras palabras hacia la vecina China».
Y es que Japón, por rencillas históricas, no conserva o no tiene buenas relaciones geopolíticas con sus países vecinos del continente asiático.
El japonólogo español Florentino Rodao, ha explicado para El Confidencial, que por el contrario, «»los japoneses siempre reconocerán que, cuando ellos lo estaban pasando peor [durante la posguerra], los americanos le dieron comida. Han encontrado un camino conjunto en la sociedad internacional, uno como subordinado del otro».
El mismo profesor Hall, quien viralizó los vídeos de las movilizaciones explicó que, aunque la visión exacerbada derechista no sea mayoría, en el país nipón «están convencidos de que Trump puede salvar el mundo de la agresión china. Los eslóganes y las pancartas en las marchas indicaban que habían comprado las teorías conspirativas sobre que Joe Biden es ya no solo pro-China, sino una mascota del régimen».
De este modo, como pretexto de una guerra y pugna geopolítica, en medio de un mundo bipolarizado, en Japón ha calado el odio antichina, que tiene sus raíces históricas, pero que se sublima en los intereses económicos.
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