El escándalo estalló en el Parlamento de Holanda gracias a la perseverancia de esta letrada nacida en Cáceres
La abogada cacereña Eva González Pérez no podía ni imaginar que su trabajo fuera a terminar con la dimisión en bloque del Gobierno de Holanda, donde ejerce desde hace dos décadas.
En 2014, la abogada denunció la situación que afectaba a más de 26.000 familias de Holanda: la retirada de ayudas para financiar el cuidado de sus hijos a familias que resultaban ser en su mayoría turcas o marroquíes.
Decenas de miles de familias fueron obligadas a devolver grandes cantidades de dinero, en el plazo de semanas, llevando a muchos a perder su casa y su trabajo. Estas deudas rompieron familias e hicieron a otras trabajar día y noche para reunir el dinero recibido durante años.
Tras años sin tirar la toalla, la letrada consiguió demostrar que sus clientes fueron víctimas de acusaciones infundadas de fraude y necesitaban las ayudas del gobierno de Holanda. Eva se empezó a hacer eco de lo que pasaba cuando la empresa de su marido, que dirigía una empresa de niñeras, se vio afectada por el recorte de las ayudas a sus clientes, que sucedía sin ninguna justificación.
Eva les pidió que enviaran la documentación que les reclamaba la agencia tributaria para demostrar que no hubo fraude, pero Hacienda se mantuvo firme y no desbloqueó las ayudas y después de varios meses les comunicaban que no tenían derecho a recibir nada.
La magistrada tildó el método de trabajo de Hacienda como «ilegal y discriminatorio» porque, junto a cada caso, los funcionarios apuntaron la nacionalidad de origen de las víctimas. Además, después de que se haya destapado la documentación se pudieron ver anotaciones como: «No informar al demandante», «si pregunta no se le dice nada» y más.
Hace un mes, un comité parlamentario formado para investigar lo ocurrido concluyó en un informe que se había cometido una «injusticia sin precedentes» contra los padres, que recibieron un «trato institucionalmente sesgado», lo que «viola los principios del Estado de derecho», y acusó a ministros, funcionarios, diputados y jueces de haber «cometido errores».
Eva González derribó al Gobierno holandés

Muchas familias siguen sufriendo problemas personales y psicológicos a raíz de lo sucedido, algo que el gobierno de Holanda quiere compensar ahora con una indemnización de 30.000 euros que evite la dimisión del Ejecutivo en bloque.
González ha obtenido respuestas y disculpas de algunas autoridades neerlandesas que han cometido errores, ocultado datos, tratado de frustrar investigaciones y han elaborado un perfil étnico de sus víctimas.Tal y como relata Eva, tenían su nombre escrito en sus documentos alertando a sus compañeros de que tuvieran cuidado con lo que le contaban.
Como consecuencia del escándalo este jueves dimitió Lodewijk Asscher, líder socialdemócrata y ministro de Asuntos Sociales de Holandaentre 2012 y 2017. Este viernes, Mark Rutte reunió a su equipo para hablar de la posible dimisión, a tan solo dos meses de las elecciones legislativas, poniendo patas arriba el escenario político neerlandés.
La diputada neerlandesa Renske Leijten clamó que «esta mujer merece una estatua, nombres de calles y de plazas» porque, según señaló, «nunca debe olvidarse lo valiente que ha sido, modesta hasta el último suspiro» por haber arrojado luz sobre la discriminación administrativa de la agencia tributaria de Países Bajos.
Ahora Eva se ha marcado como objetivo que estas familias recuperen la fe en el sistema y ella se encargará de ello.
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