Una nueva norma condena con penas de cárcel la homosexualidad en Ghana
“El nuevo proyecto de ley contra la homosexualidad parece una sentencia de muerte”. Las palabras de Kofi, un joven ghanés de 25 años, resuenan con el terror que la nueva ley anti-LGTBIQ+ ha desatado en la comunidad. Recogido por El País, su relato, un brutal ataque por ser gay, es solo la punta del iceberg en un país que se precipita hacia la intolerancia y el odio.
La Ley de Derechos Sexuales Humanos y Valores Familiares, aprobada por el Parlamento de Ghana y a la espera de la firma del presidente Akufo-Addo, condena a la comunidad LGTBIQ+ a la clandestinidad y al ostracismo. Penas de cárcel, discriminación institucionalizada y el miedo como compañero inseparable: este es el futuro que les espera a lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales en Ghana.
Periodistas, profesores, abogados o médicos que defiendan los derechos LGTBIQ+ también serán castigados. La ley, una mordaza a la libertad de expresión y un ataque a la libertad de reunión y prensa, pretende silenciar cualquier voz que se alce en favor de la igualdad.
Ghana, una democracia en entredicho
Las cacareadas credenciales democráticas de Ghana se tambalean. La comunidad internacional ha condenado enérgicamente la ley, con la embajadora de Estados Unidos, Virginia Palmer, a la cabeza. Amenazas de sanciones, pérdida de financiación y un daño irreparable a la reputación internacional del país son solo algunas de las consecuencias.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos califica la ley de “corrosiva” y “profundamente preocupante”. Amnistía Internacional denuncia un acto “escandaloso y decepcionante”. La comunidad LGTBIQ+ de Ghana, ya víctima de una oleada de ataques y discriminación, se enfrenta a un futuro aún más sombrío.
Amanda Odoi, una valiente activista, ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo para impedir que la ley sea promulgada. Richard Dela Sky, un abogado, también ha impugnado su constitucionalidad. La esperanza reside en la justicia, en la capacidad de frenar este atropello a los derechos humanos.
Las repercusiones económicas: un alto precio a pagar
El proyecto de ley podría tener un impacto devastador en la economía de Ghana. El FMI y el Banco Mundial amenazan con retirar su financiación, lo que se traduciría en una pérdida de miles de millones de euros.
La salud pública también está en riesgo. La Sociedad Internacional del Sida (IAS) teme que la ley dificulte la lucha contra el VIH, al estigmatizar a la comunidad LGTBIQ+ y limitar el acceso a la atención sanitaria.
Un futuro incierto
Kofi y sus amigos no saben qué les deparará el futuro. La ley anti-LGTBIQ+ criminaliza su existencia, les niega la posibilidad de vivir con libertad y seguridad. Ghana, un país que debería garantizar sus derechos humanos fundamentales, se convierte en un verdugo para una parte de su población.
Es hora de que la comunidad internacional se una en un frente común contra la discriminación y el odio. La lucha por la igualdad en Ghana es la lucha por la humanidad.
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