No podemos permitir que se utilice el miedo y la división como herramientas para impulsar agendas políticas
Vivimos en tiempos extraños, tiempos en los que algunos parecen estar inmersos en su propia versión distorsionada de la realidad. Es en esta realidad alternativa, que se escribe y se difunde a través de los canales de comunicación de VOX, donde las mujeres y los homosexuales, aparentemente, «caminan más tranquilos por las calles de Polonia y Hungría que por las de Francia». Estas afirmaciones, además de engañosas, buscan difamar y difundir una visión sesgada y xenófoba de la realidad.
Con estas palabras, la extrema derecha en España, representada por VOX, insinúa que la inmigración procedente de países musulmanes es una amenaza para la seguridad y la tranquilidad de la población europea. Pero ¿qué hay realmente detrás de estas afirmaciones? Pues como casi siempre que se trata de Vox, es una manipulación absoluta de la verdad.
Las mujeres y los homosexuales caminan más tranquilos por las calles de Polonia?? y Hungría?? que por las de Francia??
— VOX Jóvenes ?? (@voxjovenes) July 2, 2023
Esa es la realidad que los medios silencian.
Europa no puede importar más inmigración procedente de países musulmanes. pic.twitter.com/FwlgPNEsOV
Sabatés y su contestación
Las palabras de la periodista Sandra Sabatés son suficientes para desmontar esta teoría ficticia. La realidad, tal como nos muestra Sabatés, es que en Polonia y Hungría los derechos de las personas LGTBI están siendo sistemáticamente socavados. En Polonia, se han adoptado normas en contra de los derechos de las personas LGTBI y se han declarado «zonas sin personas LGTBI». Mientras que en Hungría, se ha promulgado una ley que prohíbe hablar de homosexualidad en los colegios o medios de comunicación.
Esto está muy lejos de la imagen que VOX quiere presentar. No solo es una imagen falsa, sino una extremadamente dañina. Al difundir estas ideas erróneas, VOX está contribuyendo a un clima de intolerancia, miedo y odio. Además, está restando valor a las verdaderas luchas que las personas LGTBI enfrentan en estos países y, en lugar de alzar la voz en su defensa, está utilizando su sufrimiento para promover su propia agenda política.
Es imperativo, por tanto, que rechacemos estos intentos de manipulación y falsedad y que defendamos la verdad. Los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, religión o procedencia, deben ser respetados y protegidos. No podemos permitir que se utilice el miedo y la división como herramientas para impulsar agendas políticas.
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