El periodista italiano Tomasso Debenedetti está detrás de anuncios falsos de muertes como la de Gorbachov, Fidel Castro o J.K. Rowling
En los últimos días se han difundido en Twitter noticias falsas que anuncian la muerte de diversas personalidades políticas españolas. Aunque las cuentas que publicaron estos tuits se presentaban como oficiales, eran perfiles falsos de reciente creación que suplantaban la identidad de otras personalidades.
Se sospecha que detrás de estas noticias falsas podría estar el periodista italiano Tomasso Debenedetti, conocido como «mentiroso profesional», quien ha utilizado en el pasado esta misma estrategia para anunciar falsamente la muerte de personalidades como Gabriel García Márquez, Gorbachov, Fidel Castro, J.K. Rowling, Javier Marías, el Papa Benedicto XVI o Pedro Almodóvar.
A este periodista de 43 años se le atribuye además la suplantación en redes de famosos como Almudena Grandes, Mario Vargas Llosa o Umberto Eco, cuenta desde la que difundió el bulo de la muerte de García Márquez.
No obstante, Debenedetti no se limita a crear noticias falsas sobre la muerte de personalidades políticas, sino que también ha inventado entrevistas con figuras literarias de renombre como John Grisham, Mario Vargas Llosa, John le Carré, Lech Walesa, Mijaíl Gorbachov, Benedicto XVI, Philip Roth, Gore Vidal, Toni Morrison, E. L. Doctorow, Günter Grass, José Saramago, Jean-Marie Gustave Le Clézio o Herta Müller. Sorprendentemente, después de algunas de estas entrevistas inventadas, él mismo fingió la muerte o suplantó la identidad de los entrevistados.
La rapidez con la que se propaga la falsedad en las redes sociales, otro experimento social de Tomasso Debenedetti, profesor de literatura, quien posteó la falsa muerte de Joseph Ratzinger. pic.twitter.com/nVBXQ5AQwD
— mario martell (@laultima) July 12, 2022
Estas noticias falsas no solo generan un clima de confusión y angustia entre los seguidores de estas personalidades, sino que también pueden tener consecuencias legales. Suplantar la identidad de otra persona en redes sociales es un delito penado por la ley, y puede acarrear multas y sanciones para el autor.
Además, estas noticias falsas también pueden tener consecuencias en el ámbito político, especialmente en un momento como el actual, en el que la desinformación y las noticias falsas son utilizadas por algunos partidos para manipular la opinión pública y crear un clima de polarización. Si la supuesta muerte de una personalidad política se difunde como una noticia verdadera, esto puede generar un clima de incertidumbre y desestabilización en el país.
Por otro lado, estas noticias falsas también ponen de manifiesto la necesidad de que los usuarios de redes sociales sean cada vez más conscientes de la importancia de verificar la fuente de la información que comparten. En un mundo en el que la información se difunde a una velocidad vertiginosa, es fundamental contar con herramientas que permitan diferenciar entre noticias verdaderas y noticias falsas, y que permitan a los usuarios tomar decisiones informadas sobre lo que comparten en línea.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
Opinión | Y ahora, ¿qué?: el secuestro del Madleen nos interpela a todas
Interceptar arroz, medicinas y sillas de ruedas en alta mar es el retrato perfecto del mundo que estamos tolerando.
El Madleen y el derecho a romper el bloqueo: por qué las flotillas son legítimas
Cuando los gobiernos se pliegan a los crímenes de Estado, desobedecer se convierte en un deber. INTERCEPTAR AYUDA HUMANITARIA EN AGUAS INTERNACIONALES ES UN CRIMEN, NO UN ACTO DE DEFENSA “Estamos siendo atacados. Se está cometiendo un crimen de guerra”. La voz del activista Thiago…
Israel convierte el bloqueo naval en un arma de guerra total
Intercepciones en aguas internacionales, asaltos a barcos humanitarios, hambre como estrategia: el apartheid israelí en Gaza no necesita camuflaje.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos