Rico ha respondido de manera magistral a un mensaje xenófobo de un diputado del partido de extrema derecha Vox
El sueño era lograr una medalla en los Juegos de Tokio, costase lo que costase, y Ana Peleteiro (Ribeira, La Coruña) lo dio todo por su objetivo. En una de las mejores finales de triple salto que se recuerdan, con Yulimar Rojas superando el récord del mundo de Inesa Kravets y dejando la marca en 15,67 metros, con la portuguesa Patricia Mamona batiendo la mejor marca europea para hacerse con la plata, la gallega se mostró superlativa y superó en dos ocasiones el mejor registro español para morder el bronce por tres centímetros de ventaja frente a la jamaicana Jam Rickets.
Por su lado, Ray Zapata fue plata en la modalidad gimnástica de suelo. Zapata había perseguido la final olímpica con ahínco desde hace tiempo y ahora, por fin y tras muchos sinsabores, se une a su mentor Gervasio Deferr como segundo gimnasta masculino español capaz de subir a un podio olímpico.
Dos medallas para dos amigos íntimos que han levantado la ovación casi unánime de la prensa y la opinión pública. Y digo casi porque la extrema derecha siempre encuentra excusas en el color de la piel para faltar al respeto y caer en la más burda xenofobia.

Manuel Rico y el bobo racista
Un ejemplo de este racismo endémico que destila el partido de extrema derecha nos lo ha dejado el diputado de las Cortes madrileñas Juan Luis Steegmann Olmedillas. El político ultra señaló en un mensaje de Twitter que «Zapata y Peleteiro son ejemplo de la emigración que España necesita. Y un ejemplo para todos nosotros».
Steegmann solo es capaz de ver el color de la piel de los elogiados atletas y considera que, si traen grandes logros para España, sí pueden vivir entre nosotros y nosotras. Sin embargo, es incapaz de entender que el tono de piel no marca lo española que es una persona.
Esto le ha querido recordar el periodista gallego Manuel Rico, director de investigación de Infolibre, quien ha respondido al tuit del diputado de extrema derecha de forma que pocas ganas le quedarán al ultra de volver a escribir en Twitter.
«Teniendo en cuenta que la medallista se apellida Peleteiro y nació en Ribeira, y el sujeto se apellida Steegmann, es muy difícil saber si es más bobo que racista, más racista que bobo o simplemente es un fascista (que ya es un todo incluido)», señaló Rico.
Su mensaje fue ampliamente aplaudido y más de 2500 personas han señalado que les gusta el mensaje.
Teniendo en cuenta que la medallista se apellida Peleteiro y nació en Ribeira, y el sujeto se apellida Steegmann, es muy difícil saber si es más bobo que racista, más racista que bobo o simplemente es un fascista (que ya es un todo incluido).
— Manuel Rico (@manuelrico) August 2, 2021
Related posts
Los 32.000 hombres que hicieron del cuerpo de sus parejas un escaparate de violencia digital
El patriarcado sigue reinventando sus cloacas en las redes: ahora en Facebook, mañana en Telegram.
Papá legisla, los hijos se enriquecen
Cuando el poder político se confunde con el beneficio privado, la democracia se convierte en un cajero automático familiar.
De cuando la ONU reconoció el hambre como crimen y Estados Unidos e Israel dijeron no
En 2021, 186 países votaron a favor de reconocer el derecho humano a la alimentación. Solo dos se opusieron: los mismos que hoy justifican bloqueos y genocidios.
Vídeo | París marca el camino
París acaba de plantar un bosque en pleno centro. Donde antes había cemento y calor, ahora hay sombra, frescor y vida. Si ellos pueden, ¿qué excusa tienen nuestras ciudades? La crisis climática no espera: lo público debe apostar por espacios verdes, habitables y resilientes.
Vídeo | Jefaza
Cuando la ciudadanía se rebela, cuando una mujer de 87 años se atreve a pegar una pegatina contra el genocidio, mandan a cinco policías a por ella como si fuera peligrosa.