La acusación solicita una multa, una indemnización y una pena de uno a seis años de prisión para el miembro de Vox
Según informa Valencia Plaza, el Juzgado de Instrucción número 1 de Valencia investiga desde 2019 a uno de los miembros de la cúpula de Vox en la provincia de Valencia, Chimo Díaz por una presunta estafa que habría sido cometida en 2018 a una mujer de 91 años, ahora fallecida.
Según la documentación a la que ha tenido acceso el medio, la acusación solicita una multa, una indemnización y una pena de uno a seis años de prisión. La denunciante, amiga de la esposa de Díaz, firmó un acuerdo por el que hipotecaba su vivienda habitual como garantía de un préstamo suscrito con el actual dirigente de Vox. Este la habría convencido para que, según el juez, «de modo fraudulento» firmara la escritura del préstamo para lograr Díaz «un lucro económico» a su costa, «convenciéndola con promesas inexactas y actividades opacas sin dar mayores explicaciones», siempre según Valencia Plaza.
La deuda de la mujer asciende a 22.000 euros y la anciana pagó las cuotas mensuales de 500 euros hasta principios de 2019. En ese año, alertada por un sobrino, la afectada dejó de abonar las cuotas e interpuso la demanda por los perjuicios económicos y por «la falta de consentimiento» en la operación.

Firmó sin entender lo que firmaba
El juez afirma en la incoación del procedimiento abreviado dictada el pasado verano que la denunciante, según Valencia Plaza, que la mujer «dijo no entender nada del negocio propuesto por el investigado […], pese a lo cual confió plenamente en dicha persona dada la amistad con la esposa» y que «acudió al notario a firmar sin saber bien cuál era el negocio».
Señala que la escritura firmada «es un acto de fraude» y es «sospechoso» pues la mujer «no ganaba nada en el negocio», sino que hipotecaba su vivienda habitual y era Díaz el que conseguía liquidez «y un préstamo que no pagaba».
Se trata de una estafa, según el juez, no sólo por el carácter «insólito» del acuerdo, sino también por «los engaños» motivados por «el abuso de confianza personal» de la mujer.
Para probar el engaño, la acusación sostiene que de la cuenta de la anciana «le fue retirado su propio dinero de su pensión para pagar este préstamo del que ella no tenía conocimiento» y que se enteró «por quedarse sin dinero» y preguntar al banco. Incide en que Díaz fue «el único que ha disfrutado del préstamo» y que es «absolutamente incierto que ella haya percibido dinero ni que le haya comprado nada para su casa».
Apunta también a que desde 2018 Chimo Díaz habría estado insistiendo a la denunciante en guardarle las escrituras de la vivienda en una caja fuerte «por si entraba alguien a robarle en su casa». Apunta como indicio que la anciana no acudió al banco a solicitar el préstamo y que no conoce a la entidad que lo emitió ni a su representante.
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