La violencia vicaria es una violencia secundaria a la víctima principal, que es la madre, y se suele ejercer haciendo daño a los hijos.
La violencia vicaria es esa violencia que se ejerce sobre los hijos de la pareja o matrimonio por el hombre, con el fin último de hacer daño a la mujer. Los menores pueden ser objeto de maltrato físico o psicológico; así como ser asesinados para infringir a la madre el máximo dolor posible. «Te daré en donde más te duele».
El término violencia vicaria lo acuñó la psicóloga clínica Sonia Vaccaro hace casi una década. Es una violencia secundaria para amenazar a la víctima principal, que es la madre. Cuando estas amenazas se cumplen, los niños se convierten en indefensas víctimas de esta otra cara de la la violencia machista: Son filicidios por venganza o utilitaristas. Es la violencia vicaria.
La violencia vicaria es un tipo de violencia machista, una de las más dolorosas, que es silenciosa y que solo se suele evidenciar cuando se dan desenlaces terribles como ha sucedido en el conocido como ‘Caso Bretón’. Es una expresión del maltrato de género extremadamente cruel y sádico en la que la muerte del menor es utilizada como un mero instrumento de tortura y venganza.
El objetivo del agresor en estos casos es deshumanizar a los hijos y utilizarlos como mero instrumento a través del que hacer daño a la madre.
Asimismo, se incluye como violencia vicaria la instrumentalización de otros colectivos vulnerables sujetos a la tutela o guarda y custodia de la mujer víctima de violencia de género, como pueden ser las personas mayores, las personas con discapacidad o en situación de dependencia.
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