En un momento donde el Tribunal Europeo de Derechos Humanos reconoce la responsabilidad estatal en la crisis climática, España opta por una estrategia diferente: criminalizar a los defensores del medio ambiente. Activistas como Jorge Riechmann enfrentan penas de cárcel simplemente por participar en protestas pacíficas, mientras el Estado infiltra policías en organizaciones ecologistas. Esta persecución no solo es una distracción de los verdaderos delitos que necesitan atención, sino también parece servir a intereses empresariales que se benefician de prácticas insostenibles. ¿No es acaso esto una muestra de un sistema judicial obsoleto y desconectado de las demandas actuales de justicia y sostenibilidad?
El PSOE cierra filas: el 23-F sigue enterrado bajo el silencio oficial
La desclasificación de los documentos del golpe de Estado vuelve a ser frenada, dejando en evidencia las grietas de una democracia tutelada.
El cerco se estrecha:Francia y Países Bajos aplicarán órdenes de arresto del TPI contra Netanyahu
Más de 120 países limitan la movilidad del primer ministro israelí y su exministro de Defensa.
La Justicia desestima la querella contra Aemet y la CHJ mientras investiga cinco denuncias contra Mazón
Los hechos demuestran que el problema no radica en los pronósticos climáticos ni en la gestión hidráulica, sino en la falta de acción política ante una emergencia anunciada
Vídeo | Broncano lo ha vuelto a hacer
Ahora solo queda que Isabel Rodríguez escuche lo que dicta la Constitución.