“Es usted buena persona y le pone calidez humana a este sitio”, llegó a decir Rodríguez a un diputado del Partido Popular.
Alberto Rodríguez ha perdido su escaño en el Congreso de los Diputados tras recibir este viernes el golpe definitivo, cuando el presidente de la Sala penal del Supremo, Manuel Marchena, ha comunicado a Meritxell Batet que sus condenas de cárcel e inhabilitación están vigentes y la conclusión que han sacado tanto en el Alto Tribunal como en el Congreso es que debe abandonar la Cámara Baja.
No hubo tregua para el diputado, que se preguntó, no sin razón, que «¿si yo no fuera de familia obrera me habrían quitado el escaño?». El desenlace llegó después de una sentencia con dos votos particulares apostando por su absolución, un informe de los letrados del Congreso argumentando a favor de su continuidad y varios expertos en derecho penal dejando claro que el asunto de su inhabilitación era debatible.
“La decisión que ha tomado cediendo ante la vergonzosa presión del Supremo y a la extrema derecha hace un daño enorme a la democracia y a nuestro país”, denunciaba Podemos.
Educación en el Parlamento
Con la salida de Rodríguez perdemos a una de las voces más educadas y respetuosas de la sala. Incluso en su salida, a pesar de lo injusto, señaló en una comparecencia desde el aeropuerto de Tenerife que “uno debe saber cerrar ciclos” y que ha aprendido “cuáles son las virtudes y dónde están los límites de las fuerzas políticas estatales” y que ahora entra “en otro momento personal”. Sin odio ni búsqueda de culpables.
El mayor ejemplo de esa educación y respeto que imperaba en el discurso del ex miembro de Podemos lo tuvimos en diciembre de 2018, cuando protagonizó un momento pocas veces visto en política. El político canario tuvo unas bonitas palabras para Alfonso Candón, diputado del Partido Popular que abandonaba el Congreso para formar parte del grupo popular en el Parlamento andaluz.
“Bueno, llevo un rato pensándomelo y como sé que esto queda grabado… Y queda para la historia y para los anales de este país… No sé si me voy a arrepentir. Quedará en el diario de sesiones”, indicó. “Nunca pensé que fuese a decirle algo así a alguien en esta cámara y menos a un diputado del PP: lo vamos a echar de menos”, le espetó Rodríguez al consevador.
“Le voy a decir algo. Creo que es de las cosas más bonitas que se le pueden decir a alguien. Es usted buena persona y le pone calidez humana a este sitio”, finalizó.
El parlamentario llegó a agradecer el gesto en Twitter.
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