El trabajador tendría derecho a recibir una indemnización por despido improcedente correspondiente a 33 días por año trabajado (45 días si el contrato es previo a 2012).
Un trabajador tiene derecho a recibir su salario en el plazo y forma convenidos en el contrato laboral, pero, ¿qué sucede si su empleador incumple reiteradamente esta obligación? En una sentencia del Tribunal Supremo fechada el 10 de enero, se establece que el retraso reiterado en el pago de las nóminas puede conllevar la extinción del contrato de trabajo y el pago de una indemnización por despido improcedente.
La sentencia se refiere a un caso en el que un empleado de la empresa Ventas y Servicios Técnicos de Centro, que había percibido su salario con un retraso medio de 10,5 días entre abril de 2019 y marzo de 2020, decidió poner fin a su contrato laboral. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid desestimó su demanda, alegando que el retraso no era excesivo ni imprevisible, y que la empresa justificó su situación económica y el incumplimiento de su obligación salarial.
Sin embargo, el Tribunal Supremo considera que el empleador no tiene la facultad unilateral de condicionar el abono puntual del salario y que la reiteración de los retrasos puede justificar la resolución indemnizada del contrato de trabajo. De esta manera, el trabajador tendría derecho a recibir una indemnización por despido improcedente correspondiente a 33 días por año trabajado (45 días si el contrato es previo a 2012).
Esta sentencia del Tribunal Supremo aclara una cuestión importante en materia laboral, y es que el retraso reiterado en el pago de las nóminas puede ser causa de resolución indemnizada del contrato de trabajo, sin necesidad de que el empleador haya procedido al despido. Además, la sentencia establece que el trabajador no está obligado a asumir ni a adaptarse al retraso en el pago del salario, aunque sea previsible, y que la empresa no puede justificar su incumplimiento salarial por sus propias dificultades económicas.
En conclusión, la sentencia del Tribunal Supremo deja claro que el salario es un derecho irrenunciable del trabajador, y que su incumplimiento reiterado puede tener graves consecuencias para el empleador. Los trabajadores deben estar informados de sus derechos en materia salarial y, en caso de incumplimiento, buscar asesoramiento legal para tomar las medidas necesarias.
Related posts
ÚLTIMAS ENTRADAS
Opinión | Y ahora, ¿qué?: el secuestro del Madleen nos interpela a todas
Interceptar arroz, medicinas y sillas de ruedas en alta mar es el retrato perfecto del mundo que estamos tolerando.
El Madleen y el derecho a romper el bloqueo: por qué las flotillas son legítimas
Cuando los gobiernos se pliegan a los crímenes de Estado, desobedecer se convierte en un deber. INTERCEPTAR AYUDA HUMANITARIA EN AGUAS INTERNACIONALES ES UN CRIMEN, NO UN ACTO DE DEFENSA “Estamos siendo atacados. Se está cometiendo un crimen de guerra”. La voz del activista Thiago…
Israel convierte el bloqueo naval en un arma de guerra total
Intercepciones en aguas internacionales, asaltos a barcos humanitarios, hambre como estrategia: el apartheid israelí en Gaza no necesita camuflaje.
Maternidad o barbarie
La libertad de no ser madre no debería escandalizar a nadie en 2025. Y sin embargo…
Vídeo | Hasbara: blanqueando el genocidio
Mientras bombardea Gaza, el Estado israelí despliega una campaña global de imagen financiada con dinero público, desde los escenarios hasta los algoritmos