24 Abr 2024
DESTACADA, POLÍTICA ESTATAL

Una diputada de Vox se queja de que se discrimina a los hombres afganos al destacar la preocupación por las mujeres 

Por raro que le parezca a Vox, las mujeres son las más reprimidas de un régimen extremista como el talibán. Explicamos qué les pasará a las mujeres afganas.

«Todo el consenso progre con las mujeres afganas. A los hombres en riesgo de sufrir amputaciones o de ser ejecutados, que les den». Así, ni más ni menos, se pronunciaba en Twitter la portavoz adjunta de Vox en la Comisión de Igualdad del Congreso, Carla Toscano

La diputada de extrema derecha ha acusado este martes a lo que llama «el consenso progre», en el que incluye al PP y Ciudadanos, de incurrir en una «discriminación sangrante» al preocuparse de las mujeres afganas y no por los hombres que pueden ser ejecutados en Afganistán tras la toma de poder de los extremistas afganos.

«Esto no es ni solidaridad ni gaitas. Esta discriminación sangrante es la utilización de un drama para promocionar el feminismo. Y punto», añadía la diputada ultra.

El consenso progre del que habla Toscano es, cuanto menos, amplio, ya que cita tuits desde la líder de Podemos, Ione Belarra, al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, pasando por Begoña Villacís, de Ciudadanos o Pablo Casado, líder del PP.

Esa insana igualdad radical que defiende Vox destaca el mínimo conocimiento que las y los miembros de la formación de extrema derecha tienen sobre el régimen talibán, ya que los medios están destacando sobre todo el sufrimiento al que se van a someter a las mujeres en Afganistán por una razón muy simple: son las mayores víctimas del régimen talibán.

Qatar

Una explicación a Vox

La idea de sociedad de los talibán se basa en interpretaciones estrictas de lo que debe ser la vida de un musulmán, con el fin de combatir lo que ellos consideran el «libertinaje», considerado habitual en las sociedades occidentales.

Los talibán consideran que el valor más fuerte en la sociedad afgana es el honor y este se protege mediante la aplicación del Código de conducta Pashtunwali, que establece tres reglas la melamastia, el nanawatey y el badal. Estas normas velan teóricamente por el respeto al honor individual de los hombres y colectivo (grupos de hombres), establecen valores referentes a la hospitalidad, el asilo y la protección que la población debía brindar tanto a los miembros de su familia como con personas ajenas, también abogan por la defensa del honor mediante la venganza y la justicia. Este código de conducta tiene profundo arraigo en la comunidad afgana.

La combinación entre las tradiciones pastunes y la interpretación radical del Islam, deriva en una serie de reformas restrictivas de la libertad de acción y decisión de las mujeres. Las reformas regulan principalmente la forma de vestir de las mujeres, su comportamiento en público, la libertad de tránsito y sus responsabilidades con la sociedad. La Inclusión que pide la ONU no existe ni se la espera.

Masculinidad y

Afganistán es una sociedad tradicional en donde la masculinidad ha estado siempre arraigada a su cultura, pero la reformas de los talibán delegaron a las mujeres la obligación de hacerse cargo de las tareas domésticas, entre las cuales estaba el cuidado y educación de sus hijos o utilizar diariamente la burqa, una prenda de vestir que envuelve todo el cuerpo.

Se prohibe trabajar a las mujeres, excepto en el sector sanitario, pero la mujer que trabajara en el sector médico no debía sentarse en el asiento siguiente al del conductor.​ Tampoco se les permite trabajar fuera del hogar, se controlaban sus desplazamientos y se les prohibe salir sin escolta. Se suspende la educación femenina, se cierran las escuelas mixtas puesto que hombres y mujeres no podían estudiar juntos.

Se prohíbe que las mujeres convivan con otros hombres que no fueran sus familiares. Las mujeres deben caminar con calma y abstenerse de golpear sus zapatos en el suelo, para no generar ruido. Ninguna mujer afgana tiene el derecho de ser transportada en el mismo coche que los extranjeros.

Las mujeres tienen terminantemente prohibido practicar algún deporte, bailar, aplaudir, volar cometas, representar seres vivos, la fotografía o la pintura en el régimen talibán.

¿A qué se exponen los hombres en Afganistán?

Para los hombres es obligatorio llevar turbante, barba, pelo corto y shalwar-kamiz. Evitar toda ropa de tipo occidental. Rezar cinco veces al día, preferiblemente en la mezquita. ​Se prohíbe la música y la interpretación visual de cualquier forma humana o animal. Se separa el transporte público en dos, uno exclusivo para el traslado de hombres y otro para mujeres.

También hay reglas para aplicar castigos, tanto para hombres como para mujeres. Por ejemplo el adulterio se castigaba con la lapidación, la amputación de la mano por robo, la flagelación para el bebedor de alcohol y el asesinato o ejecución con arma de fuego a manos de un familiar de la víctima.

Aplican además castigos que no figuran en el Corán, lo que da una idea del extremismo, como la muerte al ser sepultados bajo un muro de ladrillos para los homosexuales.


Fuentes: Europa Press, Los Talibanes: guerra y religión en Afganistán, Peter Marsden y Afganistán y el régimen Talibán, Marcela Gabriela Mencia