Rosa Olucha, mujer de Santi Millán, se ha pronunciado en Instagram sobre la filtración del vídeo sexual del actor.
«Bien. Yo estoy bien. Deberíais preguntaros cómo está él», comienza diciendo en sus stories, recordando que es él «quien ha sufrido un ataque a su intimidad».
Olucha asegura que «no tenéis que sentir pena ni apoyar a nadie» porque ella no es «una víctima». «Aquí no hay bandos ni propiedades, ni él es mío ni yo soy suya», afirma.

En el texto compartido en la mencionada red social, insiste en que existen «muchos tipos de familia» y remarca que en la suya «la libertad, el respeto y la tolerancia son los pilares sobre los que hemos construido este proyecto».
«Hemos caminado muchos kilómetros juntos y muchos más separados, hemos tropezado mil veces, hemos hablado cuando ha hecho falta, hemos cambiado el ritmo cuando nos hemos cansado y de momento ni tan mal», subraya.
Para concluir, Rosa Olucha confiesa que le da «mucha pereza ver que a estas alturas el sexo consentido y privado siga causando escándalos». «Sí, señores. ¡La gente folla! Dentro y fuera de la pareja», comenta.
«Y casi me da más pereza que, cuando se hace público, la mayoría se apiada de las mujeres con el clásico ‘pobrecita que no se enteraba’ o ‘qué imbécil que se lo permitía’. Mierda de sociedad católica y patriarcal», zanja Olucha, lanzando así una contundente crítica a todo el revuelo y los comentarios que han podido leerse en redes sociales desde la filtración del vídeo.
“Yo no entiendo de leyes ni demás, así que no voy a comentar nada”, declaraba por su parte Santi Millán. En este caso, se habría incumplido el artículo 197.7 del Código Penal en el que se condena la publicación y difusión no autorizada de imágenes o grabaciones íntimas. Un delito que está castigado con una multa de seis a doce meses o con pena de cárcel de tres meses a un año.
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