Se investiga al centro de mayores concertado Casablanca Valdesur, en Valdemoro, por suministró dosis a personas no residentes, entre ellas sacerdotes que iban al centro a «asistir espiritualmente» a los residentes
Este miércoles, la residencia de Madrid Valdesur, una residencia de mayores situada en la localidad de Valdemoro, ha confirmado que ha vacunado contra la covid-19 a familiares de los trabajadores y sacerdotes que visitan sus centros.
Según esta información, el centro estaría vulnerando las pautas marcadas para el proceso de vacunación, ya que en esta primera fase únicamente pueden acceder a la vacuna los residentes y el personal sanitario que desempeña su labor en dicho centro.
El grupo Casablanca, responsable de la residencia ha explicado en una nota que “la vida útil de una vacuna una vez reconstituida es de dos horas y si no se utiliza se pierde”. “Con el único ánimo de aprovechar el 100% de las dosis recibidas y proteger al máximo a los mayores de nuestras residencias, se ha vacunado a varios sacerdotes que nos asisten espiritualmente en los centros del grupo, voluntarios que están en contacto con los mayores de forma habitual y algunos mayores de riesgo familiares de algunos empleados”.

Las residencias deben registrar cada vacuna
De momento se desconoce la forma en la que han podido hacer el desvío de vacunas ya que las residencias están obligadas a cumplimentar un registro online elaborado por la Dirección General de Salud Pública en el que se detallen los datos personales de todas y cada una de las personas vacunadas despachadas, por lo que el caso está siendo investigado. En caso de confirmarse, la Comunidad de Madrid tomará las medidas pertinentes.
Casablanca tiene ocho geriátricos en la Comunidad de Madrid en los que residen y trabajan 1.600 personas con derecho a vacunación, aunque, de momento, no se sabe si también han vacunado de manera irregular en ellos.

Hasta ahora es el primer incidente de vacunación irregular conocido en España pero ya empiezan a generarse dudas sobre la aparición de un mercado negro. Según declaraciones de enfermeros recogidas por El País, la residencia podría haber colado a personas en los huecos de residentes muertos o trasladados a otra residencia, o trabajadores despedidos.
Y en el peor de los casos las residencias podrían haber incluido en el listado a familiares como si fueran trabajadores, confiando en que Salud Pública no iba a cruzar ese listado con ningún otro registro.
Cada vial de la vacuna Pfizer y BioNTech permite poner hasta cinco vacunas, por lo que si residentes y trabajadores no son múltiplos de cinco sobran dosis que las residencias podrían aprovechar.
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