El nuevo Estatuto Marco amenaza con precarizar aún más una profesión esencial. Esta huelga no va de sueldos, va de dignidad y de salud pública.
EL GOBIERNO LLAMA “ACTUALIZAR”, EL COLECTIVO LLAMA “RETROCEDER”
Cuando se habla de una huelga médica, ya sabemos lo que vendrá después: titulares que apuntan a la “vocación”, discursos de comentaristas que señalan que “los médicos ya cobran bien”, y alguna ministra o ministro repitiendo que “el nuevo Estatuto moderniza el sistema”. Mentira. Y peligrosa.
El nuevo borrador del Estatuto Marco, impulsado por el Ministerio de Sanidad, está diseñado para aumentar la carga laboral de las y los médicos, recortar sus derechos, y consolidar su precariedad en un sistema ya tensionado al límite.
Cinco guardias obligatorias al mes, jornadas semanales de hasta 45 horas, sin garantías de conciliación, sin reconocimiento del esfuerzo acumulado en esas interminables noches de guardia que no computan para la jubilación. Se les exige trabajar más, en peores condiciones, mientras se ignora lo que denuncian desde hace décadas: un sistema que quema a su plantilla y pone en riesgo la calidad asistencial.
“Esto no va de sueldos”, advierten. Va de que les niegan el reconocimiento profesional y les fuerzan a sostener con sus cuerpos un modelo de sanidad cada vez más deteriorado. Sin descanso, sin formación continuada adecuada, sin seguridad. Y todo en un contexto de cronificación de los recortes y privatizaciones en la sanidad pública.
EL DISCURSO DE LOS PRIVILEGIOS Y LA REALIDAD DEL ABUSO
No faltarán estos días las voces que acusen a las y los médicos de “privilegiados”. Que tienen trabajo estable. Que su salario es alto. Que cómo se atreven a hacer huelga en plena crisis. Es el mismo discurso que ha servido durante años para justificar la explotación encubierta en la sanidad pública.
Pero la realidad es esta: una jornada extenuante que destruye la salud de quienes nos cuidan. Una plantilla cada vez más envejecida y menos reforzada. Un modelo retributivo que no corresponde con el nivel de responsabilidad, ni con la formación continua que exige el ejercicio de la medicina en 2025. Y sí: tampoco corresponde con el sacrificio que supone soportar guardias eternas en los hospitales mientras se ahorra en contratación.
Además, el borrador perpetúa un sistema de clasificación profesional que ignora el nivel formativo del colectivo médico, dejándolo en inferioridad frente a otros sectores sanitarios e impidiendo que las horas extra trabajadas se reflejen en derechos tan básicos como la jubilación.
La huelga del 13 de junio es, por tanto, una defensa del presente y del futuro de la profesión médica. Y por extensión, de la sanidad pública. Porque si revientas a quienes sostienen el sistema, todo el sistema se hunde. Y ese hundimiento es precisamente lo que el neoliberalismo sanitario necesita para justificar su discurso privatizador.
Por eso conviene desmontar el relato oficial. Porque no es privilegio exigir condiciones laborales dignas. Es una obligación ética defenderlas, por el bien de toda la sociedad.
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¡Quironizando,que es gerundio!
La huelga la organizan solo pseudosindicatos de derechas y la OMC, una entidad privada. Entre las reivindicaciones, se incluyen seguir por encima de otras profesiones sanitarias, tras la petición de las enfermeras del reconocimiento profesional A1. Tambien exigen garantizar la compatibilidad publico-privada que genera tantos conflictos de intereses, nutre a los mismos que causan las listas de espera. Si, muchos de mi colectivo hacen 1-2 intervenciónes por la mañana y las mismas, en la picada 5-6 por la tarde. La compatibilidad genera conflictos de intereses, es una puerta giratoria que genera más deterioro de la pública. La huelga, y lo digo desde dentro, es corporativista. No somos más y no quiero un estatuto especial. Quiero que se nos trate como al resto de profesionales sanitarios. Todos somos equipo
La huelga la convocan sindicatos médicos y la secunda una gran mayoría de médicos que están hartos, no somos más que nadie, pero si tenemos una formación y una responsabilidad mucho más exigente que el resto de sanitarios, en esto el borrador nos iguala, pero en jornadas maratonianas y en pagarnos menos con la hora complementaria sin cotizar si somos especiales…mucha media verdad en tu comentario
Alejandro eres enfermero no te metas en jardines
Mi hija es médica de Urgencias por oposición, especialidad que ya han tardado en reconocer, y trabaja unas 70 h. Semanales, a veces tres guardias de 24 h. en una semana. La hora de guardia se paga de modo diferente según el tramo del día, y no están asegurados las 24 horas. Duermen en unas «habitaciones» donde estos días y a veces hay cucarachas, la comida es pésima, no hay suficientes camas porque las suprimen aunque existen, no pueden hacer huelga porque su trabajo se considera de servicios mínimos…Si se sabe que dormir poco acorta la vida, no es de recibo que las guardias sean de 24 horas.