En un mundo donde el silencio y la complacencia dominan la narrativa, los hinchas del Celtic demostraron una vez más que la solidaridad y la justicia trascienden las fronteras y los campos de fútbol.
A pesar de las advertencias y posibles sanciones, llenaron su estadio con banderas de Palestina durante el partido contra el Atlético de Madrid, enviando un mensaje claro y contundente: no se pueden silenciar las voces que claman por la libertad y los derechos humanos.
Esta no es la primera vez que el Celtic se enfrenta a sanciones por apoyar la causa palestina; en 2016, la UEFA multó al club por un acto similar. Sin embargo, estas multas no son más que intentos de sofocar la solidaridad y el apoyo a un pueblo que está sufriendo una matanza indiscriminada.
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