La derecha, en un giro inesperado, ha decidido atacar a la monarquía. Sí, has leído bien. En un escenario que parece sacado de una novela de intrigas palaciegas, la derecha ha sacado las uñas contra el rey Felipe VI por su propuesta de investidura a Pedro Sánchez. Y mientras algunos podrían ver esto como una simple disputa interna, otros, con una visión más estratégica, podrían verlo como la oportunidad de oro que la izquierda lleva esperando desde hace tiempo.
«A río revuelto, ganancia de pescadores.»
La propuesta del monarca ha desatado una tormenta en las redes sociales, con la derecha y extrema derecha lanzando dardos envenenados contra la figura del rey. Desprestigio, linchamiento y hasta llamados a la abdicación inundan la red social X, anteriormente conocida como Twitter. Pero, ¿qué significa todo esto para la izquierda?
“El rey ha propuesto a Pedro Sánchez formar gobierno. No olvidamos su discurso de octubre de 2017. El rey no puede cambiar de opinión. Insisto, si su majestad el rey Felipe VI acepta firmar alguna ley de amnistía debe abdicar inmediatamente e irse a Lisboa o al carajo”, escribía Alfonso Ussía.
La respuesta es simple: una oportunidad. Con la derecha ocupada disparando contra la monarquía, la izquierda tiene el escenario perfecto para plantear un referéndum República-Monarquía. Es el momento ideal para cuestionar la relevancia y pertinencia de la monarquía en el siglo XXI y darle voz a las y los ciudadanos sobre qué tipo de institución quieren para representarles.
La monarquía se encuentra en una encrucijada. Las críticas y ataques de la derecha no son algo que puedan ignorar. Pero más allá de las disputas políticas, está el sentir de la ciudadanía. ¿Es el momento de replantearse la monarquía como institución? ¿Es viable una república en España? Son preguntas que, gracias a la actual coyuntura, podrían tener respuesta más pronto de lo que pensamos.
En conclusión, la actual situación política en España es un tablero de ajedrez en movimiento. Con la derecha atacando a la monarquía, la izquierda tiene la oportunidad de hacer una jugada maestra y plantear un referéndum República-Monarquía. Solo queda por ver si tendrán la audacia y visión para aprovechar este momento histórico. El que no arriesga, no gana.
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